---- POV de Minho ----
Frio. Sudor. Ira.
Hambre.
Me levanté rápidamente buscando algo que me tranquilizara. El problema de no ser ciego de nacimiento es que a veces se te olvida que no puedes ver y buscas desesperadamente el color.
- Taemin... ¡TAEMIN!
Alcé mis manos en busca de algo de lo cual sostenerme en lo que llegaba mi amigo a mí, pero, no encontré nada, cayendo de la cama, estrepitosamente. La plática con Jonghyun había tenido un efecto negativo en mí, al parecer..
- ¡Minho!
Taemin entró rápidamente a mi cuarto, ayudándome a levantarme del suelo. Era duro para mí, depender del más pequeño de mis amigos, pero éramos los únicos en el ala oeste de la mansión. Por el momento Key, estaba afuera y no podía depender de los demás. Por lo mismo él ha creído todo este tiempo que lo necesito constantemente.
- Minho, ¿qué pasó?
- Tuve una pesadilla.
- ¿La recuerdas?
- Todo el tiempo.
- ... Minho, deja de pensar en eso, no fue tu culpa.
- Lo fue, Taemin. Todos lo sabemos, los puse a todos en riesgo por mi propio orgullo.
- ... ¿Tienes hambre?
- No. Pero comeré la semana que viene.
- De acuerdo. Ahora siéntate. Traeré un vaso de agua.Y salió. Yo me senté en el borde de mi cama, con mis manos sosteniendo mi cabeza. Me dolía como mil infiernos. Ese recuerdo era peor que la pérdida de visión, porque era claro como el agua.
---- Hace 3 años ----
- ¿Te has saciado, Key?
Estaba en la entrada de la mansión, como siempre, fusionado con el árbol de enfrente. Ese árbol era mi favorito. Frondoso y fuerte, era ideal para descansar y tomar el sol.
- Ya, mamá. No embaracé a nadie, te lo prometo.
- Que bueno, no podría soportar otro como tú.
- No hay nadie como yo.
- Como sea. Date un baño, apestas.
- Huelo a gloria.Y se metió. Jonghyun y Onew habían salido juntos y Taemin estaba dormido. Así que ahorita solo estaba con el zorro de Key y mi querido árbol.
- ¿Cuándo comes? – Key estaba asomado desde una ventana a la altura de las ramas más fuertes.
- No lo sé.
- ¿No lo sabes o no te importa?
- Me importa, pero no recuerdo cuando fue la última vez que comí
-¿No te toca después de mí?
- ¿Ah, sí?
- *suspira* Minho, debes hacerte responsable de eso. Es lo único que debemos hacer en toda nuestra vida... Bueno, eso y procrear.
- Lo tendré en cuenta.No es como si sintiera hambre justo en este momento. Oí el coche de Onew acercarse a la distancia.
- Hola, Minho.
- ¿Ya llegó Key?
- Hola Onew; sí, Jonghyun, ya llegó. Esta bañándose.
- De acuerdo. Oye, mi padre quiere saber si ya es tu hora.
- No soy un perro para que me vayan a comprar croquetas.
- Al menos el perro recuerda que tiene que comer.
- Tú eres un perro, Jonghyun.
- Sí, y tú eres un ciego con memoria del tamaño de una mosca.
- ¡Ya déjame en paz!Moví una de las ramas hacia él, dispuesto a golpearlo, pero el maldito se dio cuenta colgándose de la rama, así que continúe aventando las ramas en su dirección, hasta tirarlo, pero el simplemente siguió escalándolas, hasta terminar en el tronco.
- ¿Ves? Lo olvidé, no puedes.
- Jonghyun, ya déjalo en paz.Taemin se había despertado, y asomado por la puerta.
- No es mi culpa que Minho se tome todo tan apecho.
- Eres un idiota.
- Tal vez lo sea, pero me preocupo por al menos saber cuándo tengo que alimentarme.
- Minho, ya deja de moverte, todo está bien.Al salir del árbol, también Jonghyun cayó de la rama, aterrizando de pie. Tiré un puñetazo en su dirección, pero simplemente me esquivó, tirándome.
- Jonghyun, basta.
- Escúchame, Minho. – Ignoró olímpicamente a Taemin. – Sé que es una desgracia que hayas perdido tu vista. No te entiendo, porque jamás me ha pasado, pero aprovéchalo. No intentes ver.Sentí su mano tomándome de mi brazo, levantándome. Es un estúpido.
- Y avísame cuando debas comer.
- No lo necesito.
- Minho, nos seas idiota. Todos lo necesitamos
- Lo puedo controlar. No soy como tú.
- ... Tienes razón, no lo eres.
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MONSTRUOS INTERNOS (Jonghyun y tú)
FanfictionTN era una chica que vivía de manera normal hasta que sin saber por qué sus padres la enviaron a una mansión de lo más extraña. Los habitantes son 5 chicos que son especiales en la manera más aterradora que se pudo imaginar. ¿Pero por qué estaba ah...