STAR WARS: Luz Y Oscuridad

XI

Kiara

Una fuerza extraña hizo que despertara de esa tranquila y armoniosa paz que me había invadido, devolviendome a esta tortuosa realidad de la cual quería escapar.

Abrí mis ojos lentamente acostumbrandome nuevamente a la luz artificial que invadía mi aún borrosa vista. Lo primero que pude ver claramente fueron unos ojos, unos oscuros ojos negros que me observaban con la misma intriga y curiosidad que yo.

Conocía esa mirada, esos ojos

Aparte mi vista de sus ojos por un momento para poder apreciar su rostro. Definitivamente lo conocía, todo en él se me hacía (de una manera muy extraña) familiar...

Una de sus manos se encontraba apoyada en la cama donde yo estaba. De pronto sentí la extraña necesidad de... tocarla, sin pensarlo más veces acerque lentamente mi mano a la suya

Tan pronto como hicieron contactos nuestras manos un torbellino de emociones, recuerdos y sensaciones me invadio completamente. Fue tan inmediata y fuerte la reacción que me dejo aturdida- como pude haberlo olvidado- repetía constantemente en mi cabeza. Ahora lo recordaba todo, los incontables sueños y pesadillas con él, con ese hombre...

Había muchas cosas que no entendía y algunas que quizás no tenían mucho sentido. Primero, ¿quién era él?, segundo ¿por qué estaba aquí? Y tercero ¿que hacía yo con él?

Si más no recuerdo antes de caer desmayada me encontraba en una habitación encadenada y al borde de la muerte, ¿el me había sacado de ahí? Lo mas seguro era que esté muerta... o loca

Un movimiento brusco hizo que dejará mis estúpidas preguntas y volviera a la realidad. Él había retirado su mano rapidamente de la mía como si quemará ese pequeño contacto.

Lo mire de nuevo a la cara, todavía habían cosas que no cuadraban, una de esas era que en mi sueños él no tenia una enorme cicatriz que prácticamente atravesaba todo el lado izquierdo de su cara. Lo otro era su mirada, tan vacía y carente de cualquier sentimiento o emoción, no había nada en ella, solo un gran vacío. Eso me hizo dudar de que realmente él fuera el hombre de mis sueños por llamarlo de alguna forma, aunque es patética lo sé. En cada uno de mis encuentros con él en mi sueños, siempre había algo en su mirada, la mayoría de la veces era rencor y odio, otras tristeza y desolación aunque fuera un poco... pero había.

El hombre que tenia en frente estaba solo y... vacio

Ahora que lo veo y se que no era solo invento de mi mente (aunque muy en el fondo siempre lo supe), me siento más preocupada que nunca.

hacía tanto que no sucedia..

La primera vez que sucedió no acabo muy bien, ni para mi, ni para nadie. Desde aquella vez prometí que jamás volvería a involucrarme con mi "don", si así se le puede llamar a algo con lo que sólo causas daño. Tengo la sensación de que esto no terminará bien.

-Y así sera -.Dijo la misma entrometida voz de mi trastornada cabeza

-Debes comer, todavía estas débil-. Su voz me devolvió a la realidad, como si lo hubiese predecido en ese mismo momento mi estómago comenzó a rugir. Tenía mucha hambre.

Me senté en la cama y en frente de mi había una bandeja con suficiente comida como para saciar a un ejército. Pero en este caso ese ejército lo representaba yo.

Lo termine todo en un suspiro. Sentía un poco de vergüenza por mi forma de devorar todo, por y eso y otras razones siempre comía sola.

- Gracias -. Dije con todo el agradecimiento posible e incluso con una pequeña pero sincera sonrisa.