IX

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Aun seguía encima de la ella. Aregocijándome con lo que veía.

Ver aquel miedo en sus ojos me hace sentir poderoso. Desde que estoy en el Lado Oscuro he dejado de sentirme débil, nada se compara al ver como tus víctimas, incluso las más fuertes  suplican por sus miserables vidas,"por una oportunidad". Las haces creer que has sentido lastima, pero al final se lo arrebatas todo sin piedad.

Un quejido llamo mi atención. La chica hacía muecas de dolor mientras intentaba removerse. Fue ahí cuando me di cuenta de las heridas que tenia por todo su cuerpo. No eran graves, pero no podia traerla en este estado ante mi maestro.

Lentamente la libere de mi agarré colocandome de pie a un lado de la cama.

Inmediatamente se sentó en la cama tapándose lo más que podía con sus manos. Su respiración era agitada, y todo su rostro estaba rojo.

-Será mejor que te vistas, partiremos ahora mismo a donde mi maestro - dije apartando la mirada de ella.

-No tengo ropa- dijo mientras hacía un esfuerzo por taparse más con sus brazos -la ropa que cargaba esta inservible, no puedo ponermela -confesó mientras apuntaba con su dedo a un lado de la cama.

Miré hacia donde apuntaba y en efecto, la extraña ropa que cargaba puesta no es más que tela rota.

Caminé hasta la puerta de la celda, pude sentir como me seguía con la mirada.

-Vamos, hay que conseguirte algo que ponerte -aclaré mientras metía el código de seguridad en la puerta.

-¿Qué?- inquirio ella mientras se ponía de pie.

-Solo muevete, no hay tiempo que perder, sino iras así como estas- gruñi dándome la vuelta para encontrarme a la chica delante de mi con los brazos cruzados.

-Bien- asintió -Pero no voy a salir de aquí en ropa interior - dijo dándome la espalda.

Hice un esfuerzo para no estrangularla, ella agotaba mi paciencia. Necesitaba llegar lo antes posible a donde mi maestro, y ella lo ponía difícil. 

Atraje hacia mí una manta que estaba en suelo.

-Ponte eso -ordené mientras la hacía levitar hasta ella.

Salí de la habitación. Más atrás venia la chica envuelta con la manta.

Algunos guardias que nos veian pasar se quedaban viéndonos, no le presté atención, pero oía como la chica aceleraba hasta ponerse a mi lado. La mire de reojo,  estaba distraída con todo lo que veía pero seguía mi paso.

Llegamos a una habitación donde había algunas provisiones y si tenia suerte ropa que pudiera servirle.

Dejé que entrara sola no sin antes advertirle que no tardará.

***

Ya llevaba más de diez minutos encerrada allí dentro, le dije que no tardara.

Tome mi sable con intenciones de derrumbar la puerta.

-Señor- un stormtrooper se dirigía hacia a mi.

-Malditasea- murmure por lo bajo mientras guardaba mi sable - ¿Qué quieres? -gruñi mientras me colocaba de un solo movimiento en frente de él.

- H-hemos capturado algunos sobrevivientes, esperamos a que de las ordenes para proceder -repondio mientras daba unos pasos hacia atrás.

-¿Donde se encuentran?- me dirigí hacía él está vez prestandole toda mi atención.

-Señor, se encuentran afuera de la nave.

-Bien, iré hacia allá, tú te quedarás aquí cuidando a la prisionera, cuando este lista la llevarás hacia donde este - le ordené para luego  marcharme.

STAR WARS: Luz Y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora