Muchos años después, ya nadie puede siquiera llevar la cuenta...
Te entregue todo... mi pasado, mi presente y mi futuro. Y fue la mejor decisión que alguna vez pude haber tomado.
-Lucy...toma mi mano, por favor- murmuro, con su voz ya ronca y cansada. La anciana que reposaba a su lado, cerró el libro que tenía entre sus menudas manos. Tomo con suavidad la arrugada mano de su esposo, la cual reposaba sobre su abdomen. Era más grande que la suya y tenía un par de callos. Le dio un beso en los nudillos y acaricio su mejilla con ella.
-Aquí estoy querido, siempre estoy aquí-
Él sonrió soltando una breve risa -Estoy, algo asustado-
Ella sonrió con ternura mientras acariciaba la ya canosa cabellera de su esposo -Lo sé- Apretó su mano con más fuerza acariciando sus nudillos con el pulgar -Es por eso que estoy aquí, siempre estaré aquí-
El anciano suspiro, contemplando el pie de la cama. Hacía ya una semana desde su cumpleaños y sus hijos habían ido a visitarlo junto con los nietos; le dieron muchos obsequios... y entre ellos, su favorito fue un ramo de flores. Se lo dio su hija, la mayor. Lucy se había encargado de ponerlas en un florero y colocarlas al pie de la cama para que el anciano fuese capaz de contemplarlas.
Le recordaban a un sueño del que su esposa le hablo, donde ambos cuidaban de un jardín lleno de flores, junto a una sencilla casa de madera. Esperaban con ansias la llegada de su primer bebe, bueno... eso hacia Lucy, Natsu en cambio, estaba aterrado.
Por alguna razón, ese sueño lo hacía sentir nostálgico. O quizás eso no era del todo cierto. Esas flores eran su mero reflejo en ese preciso instante, eran hermosas y tenían mucho para dar... pero no dejaban de marchitarse.
-Dime cariño, ¿Fui un buen padre?- murmuro el viejo, contemplando como de a poco caía uno de los pétalos.
La mujer sonrió marcando aún más las arrugas debajo de sus ojos -Por supuesto, querido, siempre fuiste el superhéroe de nuestros hijos- le respondió con amor y miles de recuerdos invadieron su corazón.
El primer día en la guardería. Natsu no dejo de tomarle fotografías a Asahi y termino llorando por la emoción.
El torneo de basquetbol. El equipo fallo el último tiro porque Nashi no atrapo bien el pase y debido a eso no pudieron pasar a las finales; Nashi se deprimió mucho. Natsu hablo con él y lo hizo sentir mejor.
El anciano levanto con lentitud su mano hasta tocar la mejilla de su esposa -Por alguna razón, el tenerte junto a mí y sentir que las fuerzas abandonan mi cuerpo... Lucy, es como si hubiese vivido esto alguna vez- entonces comenzó a reír pese a la dificultad que aquello le causaba. Pese a ello, había una gran sonrisa en su rostro. Su mujer, se aferró a la mano que le acariciaba y acuno su rostro en ella.
-Lo sé. Siempre fue como si mis sueños se hiciesen realidad-
-Lamento nunca haberme transformado en Dragón- bromeo el anciano. Desde que conoció a Lucy y comenzara a confiar en él, ella siempre le hablo de esos sueños que tenía por las noches; donde ella era una princesa y se enamoraba de un Dragón.
-Siempre fuiste perfecto. Siempre fuiste lo que yo necesite. Sin importar el tiempo que pase, aun si faltas tú o falto yo, siempre serás lo que yo necesite. Sin importar donde estés- murmuro con sinceridad la anciana mujer, desde el fondo de su corazón -Te amo-
-Lo sé- sonrieron ambos, llenos de ternura - Eres todo en mí. Hoy, mañana, a donde quiera que vaya, siempre- Le guiño el ojo, poniéndose coqueto -Ya he perdido la cuenta de cuánto tiempo ha pasado desde que me enamore de esos ojos-
Ella sonrió y le dio un beso en la mejilla -Se siente como si hubiese sido más tiempo, ¿Cierto? Como, si hubiésemos compartido más de una vida amándonos el uno al otro-
Él miro al techo, nostálgico -Vivimos muchos momentos difíciles, pero sin duda hubo más momentos buenos que malos...- miro de reojo a su esposa y sonrió -Lucy, cariño... ¿Por qué estas llorando?-
-Te extrañare- culmino la vieja mujer aferrándose a la mano de su esposo -Siento, como si la vida te arrebatase de mí una vez más, pero...no logro entender porque. Quisiera solo poder decir "No te vayas, no me dejes sola", pero...-
El anciano sonrió. Con un poco de esfuerzo se movió a un costado de la cama y le indico a su mujer que se acostase a su lado -¿Cuándo vas a entenderlo? Lucy, nosotros estamos destinado. Pasado o presente, nuestro amor siempre volverá a unirnos- Ella lo abrazo, acurrucándose en su pecho y aspirando ese característico aroma que ya estaba grabado por siempre en su memoria -Nadie puede reemplazarte, me sentiría roto sin ti – Murmuro el anciano, acariciando la larga y blanca melena de su esposa -Por favor no llores. Soy feliz de haber compartido mi vida junto a ti. Siempre seré tuyo, donde quiera que este, sin importar el tiempo que pase...-
El atardecer se hizo presente y el Sol acaricio con sus cálidos rayos el horizonte, hasta que de a poco, como si de reojo quisiese ver a la Luna, se ocultó detrás de las montañas.
La mujer abrió sus ojos con pesadez y sonrió al verse junto a su esposo. Se enderezo y miro fijamente el reloj colgado en la pared por un par de segundos hasta que fue capaz de ver los números con claridad.
-Cielos, me quede dormida- susurro con preocupación al recordar que la cena no estaba lista. Si Natsu no comía no podría tomar su medicina. Ligeramente, comenzó a sacudir el hombro de su esposo -Natsu, querido, ¿Tienes hambre? Es un poco tarde, pero puedo preparar un poco de sopa o quizás prefieras...- Entonces dejo de tocarlo, al notar que no había respuesta -¿Natsu?- Busco su muñeca pero no fue capaz de encontrar pulso en el –Natsu...- Tomo su mano con fuerza, entrelazando sus dedos con los suyos -Oh, cariño... ¿Por qué siento que he visto antes esa sonrisa?- murmuro acariciando esa canosa cabellera. Inclino su cuerpo y le dio un beso en la mejilla -Descansa y espera solo un poco más por mí, ¿Esta bien?-
Todo lo que soy, todo lo que fui y todo lo que seré, te lo debo a ti.
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Eres Todo en Mí [En edición]
RomantikLa muerte de una reina a manos del rey. Una princesa que huye en el lomo de un feroz dragón; el encuentro predestinado de un amor que ha sobrevivido a pesar de las guerras y vidas pasadas.