Soy Yo Quien Decide Olvidar

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-¿Se ha dormido?- murmuro la bruja por lo bajo a lo que yo sonreí acariciando el cabello del príncipe.

-Como un bebe. Gracias por darle la medicina, tiene mejor aspecto ahora- ella sonrió y se dispuso a marcharse de nuevo y dejarnos solos, pero la detuve con mis tímidas palabras -¿Puedo hacerte una pregunta?... Bueno, para ser sincera, en realidad tengo muchas preguntas-

Ella me contuvo la mirada, reflexionando seguramente si responder a mis preguntas seria lo correcto -Vamos arriba, podríamos despertarlo- antes de seguirla me asegure de colocar una sábana y almohadas para Natsu, estaba haciendo frió y ahora su calor corporal podía ser tan inestable como el mío -Adelante- menciono invitándome a entrar en mi vieja habitación. Entonces el déjà vu se hizo presente y volvió a mi mente el día en que estaba decidida a casarme con Gray, y a tan solo a un par de minutos para encaminarme al altar, Natsu fue a verme.

Me senté sobre la cama mientras ella pretendía ver a través de la ventana, pero estaba casi segura que en realidad estaba nerviosa; lo que no lograba comprender era la razón. Decidí romper el incómodo silencio al igual que su concentración al exterior -Bueno, según mis recuerdos, esta es la casa donde viví en mi vida anterior, ¿Cómo es que luce tan... bien?-

Ella sonrió débilmente -No, lamento decirte que todo lo que vez aquí no es más que una ilusión que cree en base a tus recuerdos. Nos encontramos en lo más profundo del bosque y el verdadero aspecto de este lugar es mi hogar, creí que sumergiéndote en un ambiente familiar sería más fácil para ti recuperar tu memoria. He modificado la seguridad, este lugar es invisible para todo aquel que se encuentre fuera de él, para todos a excepción de nosotros tres; por eso es que el Dragón logro encontrarte. Mientras permanezcamos aquí estaremos a salvó-

Magia... Magia de verdad...

-¿Reviviste también a mis padres? ¿Así conseguiste que yo regresara?-

Porlyusica se acercó a mí y tomo mi rostro con sus frías y ya cansadas manos -El color de tus ojos y el de tu cabello, esa estatura y la fina piel en tus manos; entre muchos otras cosas...todas esas características que te definen son pequeños detalles otorgados por tus antepasados. Siempre fui la mejor. Del cadáver que me entrego el Dragón extraje la información que necesitaba, la cual me permitió reencarnar a tus progenitores a nuestro presente, aunque al no ser réplicas exactas tuve que intervenir incontables ocasiones, pero todo mi esfuerzo termino valiendo la pena pues al final conseguí repetir tú cuerpo físico. Así que respondiendo a tu pregunta anterior, sí, eres completamente humana. No estas echa de barro ni de putrefactos desechos, tampoco te convertirás en algo extraño al pasar de los años... quizás mi magia tuvo mucho que ver pero a excepción de tu madre y tu padre que fueron creados en base a mi talento, tú te formaste dentro de otro ser vivo, de tu madre Layla Heartfilia, eso a ojos de muchos te hace completamente humana-

-¿Eso quiere decir, que no eran las mismas personas que conocí en mi vida anterior?- pregunte sintiendo una punzada en mi corazón que se alivió cuando ella junto su frente a la mía.

-Quizás el cuerpo físico no fue semejante a la perfección, pero sus almas estaban ahí. Quédate tranquila-

Sonreí muy conmovida -¿Cómo predijiste que nacería dentro de la realeza?- murmure analizando fijamente a aquella misteriosa pero cálida mirada.

Soltó mi rostro y se sentó a mi lado con una expresión de gracia en el rostro -Naciste dentro de la realeza por mero gusto mío, creí que sería interesante un romance prohibido entre una princesa que vive rodeada de reglas y un Dragón descarriado lleno de arrogancia; jamás pensé que el resultado sería tan problemático. ¡Tu padre siempre fue un imbécil!- dijo esto último con considerable disgusto lo que me genero más dudas.

Eres Todo en Mí [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora