Amor & Traición "Segunda temporada de Amor&Música" TERMINADA

CAPÍTULO 22

Los días pasaron. Ya no peleábamos con Nick, pero tampoco nos hablábamos mucho. Cada día se mostraba más distante y frío conmigo.

Intentaba enfocarme en mis hijos. Le había comentado la idea a Nick de grabar una canción con ellos, para mi disco y su respuesta fue peor que un NO.

[—Nicholas. —le hable mientras tomábamos desayuno en la cocina. — ¿quería comentar algo contigo?

Se llevo su tasa a la boca e hizo un gesto para que siguiera.

—okay... este... estoy grabando mi último disco, con el cual me despediré de los escenarios y ha.... —me interrumpió.

—¿no vas a volver hacer música? ¿Por qué? —preguntó enfadado.

—es obvio, ¿no crees? Nuestros hijos, quiero pasar más tiempo con ellos. —su expresión se suavizo. —además seguiré haciendo música, solo ya no me parare en un escenario.

—okay, cosa tuya. ¿Y qué es lo que quieres preguntarme? —lo miré sorprendida un momento.

—bueno... este... pensaba grabar una canción con los niños y quería preguntarte que te parece.

Nick se quedó mirando un punto incierto en la pared de la cocina y no dijo nada por un momento. Me removí incomoda en mi asiento. Yo sabía que a él no le gustaba la idea de que los niños fueran expuestos, pero vamos ¿a quién queremos engañar? Todo el mundo los conoce.

—haz lo que quieras. —respondió al fin.

Se paró y se fue. Me quedé sentada mirándolo totalmente incrédula y desconcertada.]

Y así iban las cosas. Aunque amara a Nick con todo mi corazón, ya me estaba cansando de su indiferencia y frialdad conmigo. Todo tiene su límite y él está alcanzando el mío.

Mientras estaba sentada en mi auto, apunto de bajarme para entrar a la disquera, miro mi reflejo en el espejo retrovisor. Mi rostro ya no es el mismo. Ya no tiene esa luminosidad de antes, ya no tiene esa alegría que siempre veía. Está apagado y triste.

Intente formar una sonrisa, pero me fue inútil. Debería estar feliz. Estaba embarazada y tengo unos hijos maravillosos, pero mi vida sentimental, mi matrimonio, decae cada día y eso me está desmoronando por dentro.

Me baje del auto y me fui directamente al estudio. Salude a la recepcionista, al conserje, como lo hacía todos los días. Apreté el botón del ascensor y cuando iba entrando, me alcanzo el señor Green.

—buenos días, Victoria. —saludó cordialmente.

En mi interior quería patearlo. No lo soportaba. Había algo demasiado extraño en él, además que la sensación de que ya lo conocía cada vez era más fuerte. Él inspiraba miedo.

—buenos días, señor Green. —saludé intentando ser lo más amable posible.

—oh, por favor. Llámame Richard. —sentí que su mirada me atravesó. Un mal presentimiento me traspasó.

—preferiría llamarlo Sr. Green. —dije mas cortante.

—oh, claro. Como tú quieras. —sonrió. Su sonrisa hizo que fragmentos de imágenes llegaran a mi cabeza. — ¿te encuentras bien? —dijo al ver mi estremecimiento.

—sí, estoy bien. —sacudí mi cabeza disimuladamente y saqué aquellos malos recuerdos.

Las puertas se abrieron en el tercer piso. —nos vemos. —le dije y salí disparada hacia el estudio.