CAPÍTULO 8

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La mañana había transcurrido. Los niños estaban especialmente inquietos y mi humor cambiaba cada segundo. Son las hormonas, me decía a mí misma. Nick estaba aun más nervioso que el día anterior y se encerraba por horas en su estudio. Eso me irritaba más. Y si a eso le sumamos que cada vez que se aparecía hacía un comentario sobre no querer asistir a la inauguración del restaurante de mi amigo, me estaba colmando la paciencia. Como le habíamos dado el día libre a Miranda, se lo merecía claro, yo me había hecho cargo de las cosas de la casa, jamás me ha disgustado hacer los deberes, lo que realmente me disgusta es que nadie coopere. Como no podía recriminarle a los niños, son niños, me descargue con Nick.

Entre en su oficina. Nick estaba hablando por teléfono y no se dio cuenta cuando entre. Suspire irritada. Había prometido no trabajar hoy.

—Nick...—lo llame lo más calmada que pude. —¡Nick! —alce la voz, pero nada. Estaba tan absorto en su conversación que podrían estar estrangulándome y él no se daría cuenta. Que exagerada eres, me dije a mi misma. —Nicholas... —moví su hombro para que me tomara en cuenta.

—estoy ocupado —dijo zafándose de mi mano.

La furia se apodero de mí. Hijo o hija, no escuches esto. Pensé.

—demonios Nicholas suelta el teléfono —le quite el teléfono.

—dame eso —dijo mientras se ponía de pie y me miraba con furia.

—¿hola? —dije y me puse el teléfono al oído.

—Tori puedes darle el teléfono a Nicholas, por favor —contestó un irritado Logan.

—no —dije calmadamente. —Se supone que hoy Nicholas no trabajaría —lo fulmine con la mirada. —así que sea lo que sea que estén haciendo, puede esperar.

Nick hizo una mueca de disgusto y escuche un resoplido de frustración por parte de Logan. No es que a mí me guste molestar, pero Nick prometió no trabajar hoy y no lo ha cumplido.

—no tienes la menor idea de lo que estamos haciendo y te informo que es importante —espetó Logan.

—aun sigues molesto, ¿verdad? —pregunté.

—eso no viene al caso, le das el teléfono a Nick —rodee los ojos.

—hagan lo que quieran —le di el teléfono a Nick.

—gracias —dijo sarcástico. Hice una mueca y salí de la oficina.

Me fui de vuelta a la cocina. Vi como los niños jugaban, esta vez más tranquilos, con Elvis. Mis ojos picaban, tenía ganas de llorar y de gritar, para luego comerme un pote de helado y dormir unas cuantas horas. Son las hormonas, me dije nuevamente. Mi mal humor se debía al embarazo, me decía para convencerme.

Tome un vaso de jugo y respire hondo. Tenía que calmarme, no iba a solucionar nada si seguía alterándome. Intentaba comprender a Nick. Seguramente sería algo importante. Aun así me fastidiaba que no cumpliera lo que había prometido, dijo que mientras estuviéramos de vacaciones no trabajaría. Yo accedí a lo mismo y no me he puesto a trabajar. Son dos semanas, solo dos semanas de descanso. Los niños estaban aburridos. Tan solo nos quedaba una semana antes de volver a la rutina y nos la habíamos pasado en la casa. Por último irnos a Los Ángeles, disfrutar de la playa. Miami Beach aunque sea. No pido irnos a Hawái o Rio, por último a la piscina de los vecinos.

—mami —dijo Nicholas, sacándome de mis desesperados pensamientos.

—dime —forcé a mi cara a formar una linda sonrisa y esconder mi desesperación.

—¿papá está trabajando? —preguntó.

Dude en decirle la verdad, pero de todas formas lo sabría. Pero tampoco quiero que se enoje con su padre, no me gusta ver a Nicholas padre y Nicholas hijo peleados.

—está arreglando un pequeño asunto, pero ya terminara.

—papá prometió no trabajar.

—cariño, no debe tardar, es solo un pequeño detalle que debía ser solucionado.

—lo estas protegiendo —me acusó Nicholas.

—claro que no hijo, no debe de tardar... —me interrumpió.

—mami, has estado toda la mañana haciendo las cosas y sé que intentas terminar pronto para estar con nosotros, pero mami, te debes cuidar por mi hermanito o hermanita. Además papá ha estado encerrado toda la mañana en su estudio —Nicholas se cruzó de brazos y frunció el ceño al igual que su padre cuando está enojado.

—sabes que no pueden vivir sin él —dije como si nada.

—voy hablar con él —Nicholas sonó igual a Nick cuando quería demostrar su autoridad y madures. Nicholas era igual a Nick en muchos aspectos. No solamente eran dos gotas de agua, sino también que los dos siempre han sido muy protectores. Los amo.

—hijo, deja a tu padre, estoy segura que debe estar por terminar.

—pero... —dijo.

—hijo, porque mejor no haces que tus hermanos se laven las manos y vienen todos para comer algo.

Suspiro resignado. —está bien.

Sonreí.

Ahora solo me queda rogar a todos los dioses para que Nick salga de su estudio de una buena vez y que mis excusas sirvan de algo. 

Amor & Traición "Segunda temporada de Amor&Música" TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora