Prólogo

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No sabía como había empezado todo aquello. Me levanté de la cama asustada por el fuerte ruido que había escuchado y los gritos de mis padres en la lejanía. Abrí la puerta, y una bocanada de humo empezó a inundar mi habitación. Bajé las escaleras como pude, y ahí estaban los dos, abrazados en el suelo mientras se miraban. Mamá tenía una expresión de dolor, tristeza y sufrimiento. Y papá...papá mostraba decepción. Me acerqué a ellos, y mi padre se movió levemente y me miró. Susurró algo que no entendí mientras una lágrima le caía por el rostro, y vi como sus ojos iban perdiendo la vida. Como él. Por mucho que llorara, gritara y les zarandeara, mis padres me habían dejado atrás. Se habían marchado a un lugar lejano. Me aparté de ellos buscando una salida, pero todo estaba en llamas. Escuché el ruido de algo romperse, y al levantar la vista vi como el techo caía sobre mi. La espalda me ardía, y por mucho que intentara escapar apenas podía moverme. Desistí, deje de luchar y fijé mi mirada en mis padres. Pronto me reuniría con ellos, y al menos en aquel lugar lejano estariamos eternamente juntos. Escuchaba como el techo iba cayendo poco a poco, alcé la vista para contemplar la destrucción de mi hogar. Y ahí estaban aquellos ojos verdes en mitad de las llamas. Unos ojos que contrastaban con el rojo intenso del fuego.

Infierno en el ParaisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora