A la mañana siguiente a Melisa le dieron el alta. Debía de volver en una semana para ver que tal tenía la herida y así poderle quitar los puntos. Cuando las tres chicas salieron del hospital, Daniel e Izan las esperaban en el aparcamiento. Los dos se acercaron.
-¿Como estas? -le preguntó Izan mientras le agarraba la cara con sus manos- ¿Como te has hecho esto?
Melisa miró a Milena. Le había dicho que obviamente había mandado un mensaje a los chicos diciendoles que estaba en el hospital y que pasaría ahí la noche, pero por la mirada de Milena y la negación de Clementy con la cabeza, supo que no sabían el motivo de su estancia ahí. Volvió a mirar a Izan y luego a Daniel.
-Estoy bien, ¿podemos irnos? Deberíamos ir a clase...
-Nada de clases para ti hoy -le dijo Izan mirandola fijamente- Y dime que ha pasado. Ellas no nos han querido explicar nada.
Melisa suspiró y empezo a caminar en dirección al coche. Todos la siguieron y se subieron a el. Daniel empezó a conducir por las calles, en dirección a la casa de Melisa.
-¿Que hago? -le susurró a Milena, pidiendole consejo.
-Contarles lo que ha pasado -le respondió- No te preocupes. No me importa si luego son ellos dos quienes quieren darle otra paliza a Edwin -le dijo al ver la mirada extrañada de Melisa.
-¿Y bien? -insistió Izan.
-Bueno...me caí...
-Te tiraron -corrijió Clementy.
-¿Como que te tiraron? -quiso saber Daniel, quien la miró durante unos segundos por el espejo interior del coche.
-Ayer salimos a dar una vuelta, y al volver por la noche Edwin estaba ahí. Llamó a Milena, quería hablar con ella, pero Milena no le hizo caso y seguimos caminando -explicaba Melisa- Edwin no se dió por vencido y agarro a Milena y la llevó a un callejón. Yo los seguí y Clementy fue en busca de alguien que pudiera ayudarnos.
-Espero que eso no te lo haya hecho Edwin -la voz de Izan empezaba a destilar rabia.
-Intenté apartarlo de Milena, sin éxito la verdad...por que me empujó y bueno...ya me veis -concluyó.
-Lo matare -dijo Izan- Como se atreve...
-Si no le han matado antes Adam y Alex -dijo Milena.
-¿Adam y Alex? -preguntó Daniel mirando hacia ellas otra vez- ¿Los nuevos?
-Si. No me pregunteis que hacian ahí, yo me quede igual que vosotros cuando Adam apartó a Edwin de mi. Fue el quien empezó a apalizarle. Alex, después de llamar a un taxi, fue a detener a Adam...o eso espero.
-No me gustan nada esos tios -dijo Izan- Pero espero que se uniera a él en vez de detenerle.
-Izan, no le tengo aprecio ni nada por el estilo a Edwin, y mucho menos después de esto. Pero tampoco le deseo la muerte, y si Alex no hubiera ido a detenerle...quien sabe.
-Tonterias -fue lo único que Izan le contestó.
Daniel aparcó delante de la casa de Melisa.
-No pienso quedarme en casa -dijo Melisa.
-No seas cabezona por favor -le contestó Daniel- Descansa hoy.
-Estamos con los examenes te recuerdo. Así que poneos como querais pero yo voy a clase. O me llevas tu con el coche o voy yo caminando.
Daniel bufó exasperado.
-Ve a coger lo que necesites -se rindió al fin.
Milena acompaño a Melisa a que cojiera el bolso y un par de bolígrafos. No tardaron en volver al coche.
-¿Alguna parada más, o vamos hacia el instituto?
-Instituto -contestó Clementy.Llegaron a tiempo para el examen. Se sentaron en sus asientos, que estaban separados unos centimetros. De pronto Edwin entró. Llevaba el brazo izquiero en un cabestrillo, cojeaba del pie derecho y tenia un ojo morado, que apenas podía abrir y la nariz con una pequeña escayola. Miró a Melisa de refilón y centró durante unos minutos su mirada en Milena. Luego apartó la vista y siguió hacia su asiento al final de la clase.
-Vaya -dijo Izan en un tono bastante alegre- Nada mal.
-Izan...-le reprochó Daniel.
-¿Que? Se merece eso y más.
Las chicas se miraron sin decir nada. Luego entraron Alex y Adam, el que también tenia un leve moratón en un ojo. El profesor entró detras de ellos, por lo que los alumnos callaron y se centraron en las explicaciones sobre el examen. Disponian de dos horas para hacerlo, como el resto de examenes que habian hecho y en cuanto acabaran podian ir saliendo. El profesor les paso los examenes y en cuanto entregó el último aviso a sus alumnos que podian empezar.Melisa fue de las primeras en acabar. Se levantó, miró a Milena y esta le hizo una señal con la mano diciendole que en cinco minutos estaria. Luego miró a Clementy, pero ella estaba completamente absorta en su examen. Entregó el examen al profesor y salió de clase. Decidió salir a un pequeño patio que había en aquella planta del instituto a esperar a sus amigas. Se sentó en un banco y cerró los ojos, disfrutando del cálido día.
-Hola -escuchó unos minutos despues.
Abrió los ojos. Alex estaba a su lado, mirandola. Era la primera vez que se encontraba a solas con él y que se hablaban directamente.
-Hola -dijo con timidez.
-¿Puedo sentarme?
Melisa se apartó un poco para dejarle espacio a Alex.
-¿Como esta tu herida?
-Bien, gracias.
-He escuchado que has pasado la noche en el hospital. Sinceramente, pensé que no había sido tan grave.
-No lo ha sido. Pero aún así quisieron tenerme en observación. Al haber sido un golpe en la cabeza.
Alex le pasó la mano cuidadosamente cerca de la herida. Melisa lo miró sorprendida por aquel contacto. Alex bajó la mano y la miró fijamente a los ojos, algo que hizo que Melisa se pusiera nerviosa y apartara la mirada. Despues de unos minutos en silencio Melisa volvió a mirarlo.
-No es que me importe mucho lo que le haya pasado a Edwin -dijo- Pero, ¿Todas esas heridas se las ha hecho Adam?
-Sí.
-Vaya. ¿Lo separaste de él? A Adam de Edwin. Por lo que vimos dudo que parara por si mismo. Es un poco...
-Impulsivo -dijo Alex- Si, lo separe. Cuando tiene estos ataques es dificil de controlar.
Melisa lo miró. ¿Controlar? Hablaba como si hubiera tenido que separar a una bestia enloquecida y no a un ser humano.
-Adam es fuerte. Tube que separarle a la fuerza -explicó.
-De ahí su ojo.
-Sí.
Volvieron a quedarse en silencio.
-¿Que relación teneis con ese chico?
-¿Con Edwin? Bueno estubo saliendo con Milena durante un tiempo. La cosa acabó y no muy bien como puedes comprobar. Sigue intentando volver con ella, pero parece que no le entra en la cabeza que Milena no quiere nada.
-Eso no le da derecho a poneros las manos encima. Creeme que apartir de ahora no os molestara más.
-No estoy tan segura.
-Si volviera ha haceros algo o tan siquiera intentarlo, avisame por favor. Más vale que no vuelva a tocarte...
Alex le apartó un mechón de pelo. Melisa le miró a los ojos, sonrojandose, y vió como aquel color verde se oscureció un poco.
-Melisa -dijo una voz desde la puerta.
La chica se giró y vió a Izan mirandoles fijamente con cara de pocos amigos. Alex aún tenía la mano sobre el cabello de Melisa.
-Vamonos. Los demás estan fuera esperando.
-Voy.
Melisa se levantó y Alex junto a ella.
-Hasta mañana Melisa -dijo Alex con una sonrisa en los lavios.
-Hasta mañana -se despidió Melisa mientras iba hacia Izan.
-¿Que hacias aquí fuera con él? -quiso saber.
-Nada. Estaba esperando a Milena, creí que me veria aquí. Y apareció Alex. Solo me ha preguntado por la herida y nada más Izan.
-No me gusta. Ni el otro tampoco. Preferiria que no estubieras a solas con él.
Melisa no le contestó. Sabía que Izan solo quería protegerlas. Volvió a mirar hacia atrás para ver si veia a Alex salir. No le vió. Tenía que hablar con las chicas y explicarles lo que había pasado, lo que había visto. Quizas había sido su imaginación pero estaba segura de haver visto como aquellos ojos verdes se habían oscurecido levemente.
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Infierno en el Paraiso
FantasyMelisa, a sus 18 años, no había tenido una vida fácil. La muerte de sus padres la había sumido en una profunda oscuridad. Pero con el tiempo, y grácias a sus amigos empezaba a salir de ella. A pocos meses de acabar sus estudios se presentan unos nu...