8/30. Cómplices

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¡Hello gente! Recuerden verificar el capítulo anterior por si las moscas Wattpad como siempre no los notificó.

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Cómplices


Las sienes de Amber latían violentamente. Lo último que recordaba eran las pesadas manos de Brandon alrededor de su cuello. Su visión era distorsionada pero eso no le impedía distinguir que estaba recostada sobre la alfombra de la sala de estar. Sus cabellos y ropas estaban empapadas y olían a alcohol. Cuando su visión volvió a la normalidad, avistó a Brandon sentado frente a ella. Jugaba con un encendedor en una de sus manos. Levantaba la tapa, encendía la llama y cerraba la tapa; y así sucesivamente.

Los ojos de Brandon irradiaban un brillo dorado que hacían más evidente al demonio que gestaba en su interior. Era la típica expresión de alguien que esta dispuesto a provocar mucho daño y que se regodeaba en ello.

Amber no dejaba de alternar su mirada de Brandon a la salida;cualquier movimiento que pusiera en alerta a Brandon sería motivo más que suficiente para hacerla arder. Porque al menos no veía otra razón para el encendedor y elestar bañada en alcohol.

–          Brandon por favor - suplicó Amber con las lágrimas escapando y la voz cargada de angustia. Sentía como aquel nudo formado en su garganta dolía a cada sílaba - Por favor, podemos arreglar esto pero por favor no hagas nada de lo que puedas arrepentirte.

Brandon se levantó apartando violentamente la silla - que había traído de la cocina - a un lado. El joven no dejaba de caminar tronando nerviosamente sus nudillos de un lado al otro. Estaba al borde de una psicosis. Amber lo desconocía, al igual que la mayoría de la personas y el casoera que Brandon hacia poco menos de dos años que había sido diagnosticado consíndrome de personalidad bipolar. De allí sus continuos cambios de humor y conductas extremas. Brandon era una bomba de tiempo en el día a día y ningún medicamento había podido hacer algo por él.

Brandon carcajeó por la situación. << Como si tus súplicas alguna vez hubiesen servido de algo>> pensó.

–          Verás Amber -dijo Brandon rompiendo con el silencio. Su voz era alta y clara dejando entrever las peores intenciones. - La situación es la siguiente: sé lo tuyo con el imbécil de Blunt, y no lo niegues porque no soy estúpido.

–          Brandon yo ... -balbuceó Amber.

–          ¿Sabes como se paga una infidelidad? - inquirió - En Medio Oriente serias apedreada hasta la muerte, en otros lugares mutilada - agregó. Amber tragó en seco. No dejaba de tiritar ni lagrimear. - No te imaginas cuanto me has decepcionado -dice siseando la cabeza de un lado a otro.

–          Por favor no hagas algo que ya no tenga vuelta atrás - dijo Amber casi de rodillas. - Tienes toda una vida por delante. Yo no valgo la pena - dijo la joven sollozando. Ni siquiera la noche del aborto espontáneo se sintió tan desesperada, tan tocando fondo. Y lo había tocado. Ahora mismo lo palpaba y no era nada agradable tener las mismas posibilidades de morir que de vivir.

Amber permaneció mirando ida las lágrimas que dibujaban círculos oscuros en la alfombra. Se dio cuenta de lo poco que se había hecho valer y cuanto poder le había dado a Brandon para llegar a la situación en la que estaban. ¡Que ilusa! Ella habia estado con él con la excusa de un futuro e iba a ser él quien se lo quitara.

El cielo nocturno se filtraba por cada ventanal. El incómodo y forzado silencio se vio interrumpido por una fuerte explosión que sacudió toda la casa.

ACORRALADA [ Finalizada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora