Capítulo 1: Pero ven enfréntate a mí, la Diabla

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-Dale duro Diabla

Si así es, otro día más en mi infierno, que pensaron que mi historia iba a comenzar en donde conozco mi príncipe azul y el padre de mis siete hijos, pues no aterricen esta es la vida real no un cuento de hadas.

Aquí va un golpe en mi boca, siento como el sabor metálico de la sangre inunda mi boca, ves eso pasa por estar entreteniéndose en peleas, bueno ya jugué demasiado es hora de acabar con esto.

-Anda Camaleón es todo lo que puedes hacer, es muy fácil pelear con novatas, pero ven enfréntate a mí, la Diabla

En eso aproveche que el enojo se le subió a la cabeza y como todos saben cuándo uno se enoja nunca piensa con claridad, en un movimiento rápido se avalaceo sobre mí, esquive su golpe, le di uno en la espalda, esquive un pal de golpes más, hasta que la agarre le di uno en el estómago, dos en cada mejilla y por ultimo uno en la quijada, cuando vi que cayó al piso note que ya esta pelea había terminado, me di la vuelta para ayudar a la chica nueva que camaleón estaba golpeando sin piedad y en eso escuche como me gritaron las otras reclusas

- ¡CUIDADO DIABLA UN CUCHILLO!

En un rápido movimiento me volteo agarrando el cuchillo justo a tiempo y evitando que ella me lo clavara en la espalda, lo tomo y cuando le iba a clavar el cuchillo en el estómago, escuche los silbatos de las guardias acercándose

-Si te vuelves acercar a esta chica te aseguro que no correrás con la misma suerte-le susurre en el oído

Las guardias se abrieron paso en la multitud hacia nosotras

-Que está pasando aquí-dijo la oficial

Escondí el cuchillo en la parte trasera de mi pantalón y coloqué mi brazo en el cuello de Camaleón acercándola más a mi

-No pasa nada solo estábamos jugando y se nos pasó un poco la mano o no es así chicas -como todas me tienen miedo no se atrevieron a seguirme la contraria y asintieron

La guardia las miro a todas y poso su mirada en la cara de Camaleón la cual en este momento no se veía muy feliz que digamos y como estarlo después esos golpecitos, la oficial se acercó a ella y le pregunto

- ¿Es esto cierto Camaleón?

Vi como a Camaleón apretó la mandíbula y su cuerpo se tensaba para luego decir lo que tanto me encanta escuchar

-Si solo estábamos jugando-la oficial sola asintió

-Tenga cuidado en la forma en la que juegan

Se dio media vuelta y se fue a chismear con otra oficial como siempre

-Muy bien Camaleoncito así me gustas bien mansita-dije mientras aplaudía

Tome a la chica nueva del brazo y la lleve a enfermería para que le curarán esos golpes que le había dado Camaleón, cuando llegamos a enfermería abrí la puerta para encontrarme a Carol la enfermera de unos 30 años atendiendo a otra reclusa

-Hey Carol que ahí de nuevo

-Ahora que hiciste Diabla

-Que esta vez no fui yo, bueno técnicamente sí, pero no a la vez

- ¡Ahí!, que voy hacer contigo, a ver que te paso

-No yo estoy bien, vine a traerte a esta chica que Camaleón golpeo

-Esa es otra que tiene todo el reclusorio con los gritos al cielo igual que tu

-No exageres tampoco, solo son un pal de peleítas por día

No fue culpa miaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora