Principio y fin

Capitulo 5

-. Ron -. Le habló para que cambiara esa actitud al verla acercarse a ellos, pero en cambio Ron solo le sonrió.

-. Rose, que bonita sorpresa, mira que hermosa te ves -. Eso indignó más a Rose, era ella o Ron le coqueteaba.

-. Deja de decir tonterías, ¿Cómo estas así con Lavender? -. Ron abrazaba a Lavender de la cintura y no dejaban de sonreír.

-. ¿Celos? -. Dijo Ron sarcástico.

-. Estás loco, lo mencionó por si a tu privilegiada cabeza se le ocurría que Hermione podría pasar y verte así -. Ron sintió un leve temor, giró a ver a Lavender que lo miraba extrañada y él solo le sonrió para que se relajara.

-. O ¿Por qué no?, piensas en las posibilidades -. Se acercó a Rose sin soltar a Lavender y la tomó de la cintura. -. Tu... Lavender... Yo... -. Ron le sonrió confiado y Rose lo empujó.

-. Sin duda, no piensas con coherencia, esto... -. Le decía mientras lo señalaba disgustada. -. ... Lo sabrá Hermione -. Rose caminó a su lado chocando su hombro para advertirle que se hiciera a un lado.

Llegó con Hermione y su pensamiento le decía que no contara nada aún, siendo tan obvio Ron, solo caería y si Hermione no le creía a ella, perdería todo el avance que llevaba con ella.

Pero sin que ella lo esperara, Hermione mencionó su relación con Ron y todas sus dificultades.

-. No sé qué hacer con él, le he dado tiempo y me desespera que me esconda, como avergonzándose -.

-. ¿Y es la persona que quieres? -.

-. Sí, es el único que me ha hecho caso -.

-. Bueno, supongo que tal vez, alguien más te cautivo -. Sonrió Rose animada.

-. Si, hubo alguien pero ese fue un amor de estudiante, que jamás pasaría -. Dijo apenada Hermione.

-. Cuéntame -. Le preguntó Rose ansiosa.

-. El Profesor Snape llego en un momento a cautivarme -. Rose emitió un pequeño grito de dicha y curiosidad. -. Pero no logre llevarlo más allá -. Le regañó Hermione.

-. El Profesor Snape, es alguien muy cautivador, solo faltaría un empujón -. Hermione la miró extrañada.

-. No, Ron es el definitivo, yo lo quiero y él a mí -.

Rose se cruzó de brazos ilusa.

-. Lo dudo -. Antes de darse cuenta ya lo había dicho.

-. ¿A qué te refieres? -. Le dice mirándola directamente sin pestañear incluso.

-. Solo suposición -. Le digo con los brazos cruzados sin mirarla fijamente, ella podría ver que estaba mintiendo, y en esos días de conocerla, sabía que era testaruda y la idea no se le iría así como así.

-. Rose, dímelo -. Exigió más fuerte Hermione que inclusive llamaba la atención de varios alumnos que pasaban por ahí.

-. Él intentó coquetearme, ¿De acuerdo?, es un cerdo y tú no quieres verlo -. Se lo dijo sin remordimiento en ninguna de las palabras dichas.

-. No es verdad, no será que ¿Tú le coqueteaste?, y claro no te hizo caso y por eso dices esas cosas -. Rose no sabía si reír o indignarse por su comentario y mucho más por lo ciega e ingenua que podría ser Hermione.

-. Escuchas lo que dices, yo ¿Enamorada de esa cosa?, por favor Hermione yo pensaba que podías pensar con claridad -. Le dijo Rose levantándose de su lugar, ya llamando la atención de varios.

-. Por eso te acercaste a mí, querías llegar a Ron, eres tan vil -. Rose no respondió, veía sobre el hombro de Hermione temerosa. -. Lo suponía, te quedaste sin palabras -. Le reprendió Hermione molesta.

-. Es una chica inteligente, y usted debería aprender Señorita Granger -. Severus estaba a su espalda de Hermione mientras la veía lentamente dar la vuelta, sonrojarse por la escena que seguramente vio. -. ¿Y bien? ¿Terminaron con su espectáculo?, debería castigarlas por provocar escándalos en el colegio y sobre todo por el cabeza hueca de Weasley -.

-. Ja -. Rio cínica Rose, dándose cuenta tarde de lo que había hecho, pero sin querer obtuvo media sonrisa de Severus.

-. Aunque usted estoy seguro que no se deja influenciar tan rápido como su compañera Granger, y por ser invitada no puedo castigarla -. Severus se acercó a ella lentamente. -. Pero, cuando decida quedarse aquí, créame que pasara más tiempo castigada que pensando tonterías como sus compañeros -. Giro a ver a Hermione con desaprobación. -. Señorita Granger en mi despacho a las ocho, y quince puntos menos a su casa por el desorden ocasionado -. Severus se alejó ondeando su capa detrás de él.

-. Esto es increíble, espero y estés feliz Rose -.

-. ¿Qué?, yo no lo llamé ni levanté la voz semejante a la manera en que lo hiciste -.

-. Levantando falsos de Ron, como esperas que no lo haga -. Respondió enojada Hermione.

-. Está bien, no diré nada más, me retirare hasta que te des cuenta y me digas que tenía razón o no, no espero que me digas que tenía razón y menos te diré que te lo dije, sólo esperó y te des cuenta de tu error, suerte con tu castigo -. Se retiró Rose mientras por dentro sonreía, quien diría que ella misma iniciara la relación de Hermione con Severus, lo mejor era hacerse a un lado y que la magia actuara por si sola.

Hermione se quedó disgustada y muy apenada, actuó con violencia, pero no quería admitir lo que Rose le decía, debía ser mentira, sí, eso debía ser.

La noche llegó y Hermione vio que Rose aún no había regresado a la habitación, todo estaba ordenado, como lo dejaba cada mañana, se preocupó inconscientemente, algo en ella, la hacía sentirse tan unida a ella pero a la vez tan diferente, se arregló un poco y bajó a las mazmorras para su castigo.

Hermione llegó a las ocho en punto al despacho de Severus y tocó a su puerta, pero le extraño que después de tocar varias veces, Severus no atendió a su llamado, así que Hermione preocupada, entró arriesgándose a un castigo peor.

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