El culpado (Editado)

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Era un día normal en el Sengoku podrían decir muchos pero en realidad no era así. El ambiente de por sí era pesado y los habitantes de una pequeña Villa estaban concientes de ello. Algunos temerosos se propusieron alejarse inmediatamente del lugar. Otros, en cambio, decidieron continuar sus actividades diarias pero todos se vieron interrumpidos de sus labores cuando...

- ¡INUYASHA... OSUWARI! - El grito de una joven se escuchaba alrededor de la aldea de la ancia kaede ba-ba. Algunos nuevos en el lugar se taparon los oídos inmediatamente pero aquellos que llevaban años en aquella Villa simplemente ignoraron el ruido. Casi todos los sabían... Un valiente se atrevió a preguntar.

-¿Qué fue eso?- Inmediatamente algunos se volvieron a mirarle con ojos en blanco pero una voz rasposa,la cual se notaba cansada habló:

-Una pelea de perro y gato, no se preocupe. Siga en lo suyo...- La anciana Kaede sonrió al pobre incauto mientras las personas a su alrededor reían con fuerza y ganas. Claro, otro día común en aquel lugar.


(Otro grito se oye a la distancia.)


-Como pudiste...- Dijo una voz llorosa. Esta voz era perteneciente a la joven miko Kagome. Aquella chica extraña de ropas de igualmente apariencia extraña. Aquella chica que un día apareció dejando a todos descolocado se encontraba ahora llorando debajo de un árbol.

- ¡Pero yo no hice nadaaa! - Un chico de apariencia joven le respondió. Este se encontraba tirado en el suelo pues una extraña fuerza lo había tirado desde la cima de una rama de un frondoso árbol hasta las mugrienta raíces del mismo. Con desesperación buscaba esconderse de la mirada penetrante de la chica. Este chico no era nada más ni nada menos que Inuyasha. El chico mitad bestia que era el mejor amigo de la recién formada sacerdotisa.

- Tu sabes muy bien lo que hiciste...- La peli negra se acercó al demacrado peliplata y le encaró inmediatamente mientras hablaba. - Me voy y no volveré hasta que pidas perdón...-

- Pero ¿De qué me acusas, Kagomesita?yo no he hecho nada...- El pobre mitad perro trataba de huir pero una sola mirada bastaba para domar su espíritu. O mejor dicho, una sola palabra...

-Dilo Inuyasha. Reconoce lo que hiciste...- Con su mirada aún llorosa la joven exigió una respuesta.

- Kagomesita. ¿No me dijiste que en tu país se puede guardar silencio hasta que se demuestre lo contrario?-



-¡OSUWARI!-



-KAGOMESITAAAA- El dolor era palpable y sus ojos estaban comenzando a botar ese raro líquido que tanto odiaba...

-Eres imposible, Inuyasha. Mejor me voy con tu hermano que es mejor que ¿Verdad, Mi lindo Sesshomaru?

Y como si fuera por arte de magia el susodicho aparece y la sujeta de la cintura.

- Amor, tenemos que irnos- Dijo el peliplata mirándola con dulzura...

-No kagome. No te vayas . ¡ Yo no hice nada! -

- Claro que si. Tu fuiste... ¡El que se comió mis papas! ¡Sabías que eran las últimas!-

- ¡¡¡Mentiraaa!!!- El culpado negó repetidas veces pero la mirada de la chica parecía mandarlo al quinto infierno.

- ¿Eso dices? ¿Y por qué tienes los restos de comida en la mejilla?- Dijo mientras miraba a Inuyasha, el cual al percatarse se limpió la mejilla con fuerza dejándola roja.

- Sesshomaru ya vámonos-

- Si amor.-

- NOOOO. ¡ZORRO NO TE LA LLEVES! ¡ZORRO NO TE LA LLEVES!-

Y aunque Dora, digo Inuyasha,gritó. Su amada se fue junto al zorro/perro de Sesshomaru...

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- ¡KAGOMEEE!- gritaba Inuyasha. El cual estaba sentado en una rama del árbol que se rompió y cayó justo cuando había despertado de lo que parecía un "Dulce sueño."

- ¿Todo fue un sueño? Ufff, de la que me salvé...- Y con estas palabras volvió a dormir sin percatarse de aquello dos pares de ojos que lo observaban...

-Gracias por ayudarme a darle una lección anciana hechizera Ichii.- Dijo la miko sonriendo. -Esto le enseñará a no robarme las únicas papas del mes...-

- No hay de que mi niña. Todo por tí...-

- Feliz dulce venganza ¡¡¡Inuyasha!!!-




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FIN

 Libro De Oneshots De Inuyasha: El Sesshome Reina :3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora