-Adiós, Caroline- pronuncio débilmente.
Ella no quería, no iba a perderlo. No otra vez.
Estuvo semanas pensando en esa corta pero duradera llamada.
Se decidió hacer lo que se había propuesto desde un principio.
Llamarlo.
Pero como lo haría?
Si, si, marcando números y luego apretando él botón, pero era imposible.
Su dedo no respondía.
Y él tampoco.
Llamó y luego de una vez dejo un mensaje.
" -Hola, Klaus. Se que no tengo él derecho de llamarte, ni nada. Y se que en Nueva Orleans pasan muchas cosas que te incumben, y yo no soy una de ellas- carraspeo- ya no mas. - un pequeño sollozo se oyo- Pero necesitaba decirte esto; Ya lo entendí. Entendí porque te sentías atraído por mi, porque yo no te quería. Tu me querías porque no podías tenerme y yo no te quería porque eras él villano. Y...va a sonar engreído, pero siempre creí que no me merecías, que eras muy malo para merecerte la oportunidad, y entendí otra cosa hace un tiempo.
No es que tu no me merecías a mi.
Klaus, yo no te merezco.
Y es gracioso, ya que es posible pensar que los roles cambian, pero quiero que lo sepas.
Eres un luchador, proteges a los que amas, no es tu culpa lo que te ha pasado, a lo que te han condenado, eras luz, pero te cubrieron de oscuridad, y tu solo tuviste que aprender a controlarla, pero al final ella te controlaba a ti. Y sonara como quieras que suene, pero lo diré. Eres luz, Klaus. Todo cae a tu al rededor pero tu perduras. Te admiro.
Hagas lo que hagas- trago saliva- jamas olvidaré lo que hiciste por mi, y como fuiste conmigo. Al fin y al cabo, ya no tengo miedo de decirlo; te amo. "Y corto.