El mundo de los creepypastas

Capítulo 1: Inicia la cacería

Viernes 1 de Julio. (Diario de cacería)

Hace unas horas inicié lo que parecía ser la solución a mis problemas y rencores. Aquella idea en mi cabeza parecía tan buena en aquel momento. Aunque para ser sincero no estaba muy seguro de lo que hacía, quizás fuera la incentiva que sentía en ese momento o quizás fuera aquel odio acumulado de tanto tiempo y esa esperanza perdida mas no muerta que brotaba de repente, en este recipiente vacío dentro de mí, en el cual una vez estuvieron contenidos mis sentimientos y emociones, pero que fueron reemplazados por un aire frío y helado que escarchaba cada parte de él, como si fuera una tormenta invernal. Quiero llevar este diario como un recordatorio o memorándum, de cómo inicie esta disparatada travesía y las razones de ello.

Yo vivía en Los Angeles, mi papá era ingeniero en telecomunicaciones que trabajaba en una televisora, TruthlifeChanel, mi madre por otra parte era la vicepresidenta de la cadena del canal. Sí bien mi familia no era exactamente "adinerada", se podría decir que tenía los recursos para vivir cómodamente. Mi hermana Elisse de 7 años era mi compañía en las tardes que esperábamos a que mis papas llegaran del trabajo cuando ellos se quedaban a horas extras.

Aquella noche. Fue normal, ellos estaban en casa con nosotros, habían llegado como siempre, claro, se trataba de mi cumpleaños, así que supongo que esa era la principal razón de que ellos llegarán puntual. Me compraron un pastel, y ropa, e incluso mi papá me regalo una navaja de supervivencia. Les agradecí mucho aquellos regalos y detalles. Mi papá de un momento a otro, destapó un Vodka, tomó 3 vasos de la barra que teníamos en la cocina, y sirvió el Vodka en los vasos. Me dijo que ya tenía edad para probarla y brindar con ellos. Mi madre se acercó contenta y tomó un vaso también, mi papá agarró el suyo y yo tomé el mío, mi hermana no se quedó atrás, pero papá le sirvió jugo de manzana en su vasito de plástico. Los 4 brindamos. Dado que era mi primera vez que consumía alcohol me asqueé rápidamente y fui hasta el fregadero a escupirlo, ya que el sabor amargo me desagrado. Mis papas se rieron y papá comentó que quizás aún no estaba listo. Nos quedamos un rato allí, mis padres siguieron tomando alcohol al punto de sentirse muy cansados y con sueño. Mamá nos dio un beso y nos dijo que nos fuéramos a dormir. Subimos al segundo piso. Y ellos hicieron lo mismo, para ser sincero, el azúcar del pastel me había sentado lo suficiente como para estar despierto, así que decidí quedarme jugando videojuegos, eran más o menos las 12 y media, cuando me levanté por un momento para despejar la vista, fui a la ventana, pude ver la Luna y las luces de las demás casas que había alrededor. Luego, bajé la vista hacía la puerta principal. Entonces vi a dos tipos uno vestido de negro y otro vestido de blanco. Aunque el que vestía de negro lucía mucho más alto y delgado que el otro.

Vi claramente como el de blanco camino alrededor de la casa, al parecer buscaban meterse, muy probablemente querían robar la casa. En ese momento fue lo que me pasó por la cabeza. Salí de mi cuarto y fui por Elisse, escuchamos como alguien había roto un cristal en la parte de abajo. Dejé a mi hermana en mi cuarto y le dije que se escondiera bajo la cama. Fui a despertar a mis papás. En eso escuche que alguien subía corriendo por las escaleras. Trate de despertar a mis papás, pero el efecto alcohólico en ellos era muy fuerte porque poco reaccionaron ante mis suplicas. Escuche que alguien pateaba la puerta del cuarto de Elisse. Me escondí debajo de la cama de mis papás. Mi papá por fin reaccionó, se levantó de la cama y tambaleándose, tomó la escopeta que estaba arriba del armario, antes de poder cargarla patearon la puerta del dormitorio de mis padres. Vi que una sombra se postró ante el marco y mi madre gritó asustada... (Fin del texto)

Escuchó un ruido y paró de escribir, él se encontraba sentado, sobre hojas secas. Miró hacía la copa de los árboles buscando una Luna escondida e imperceptible. Tomó su mochila y desconfiado por lo que pudiese estar entre los árboles siguió en su búsqueda. Lo que había pasado hace 2 días lo había marcado lo suficiente como para tomar una decisión tan arriesgada como estúpida de adentrarse en el bosque.