«Miéntete, miéntete hasta que el amor que sientes se haga invisible ante los ojos de tu corazón.»
Rin Matsuoka y Haruka Nanase eran actores de la famosa serie Free!, compañeros tanto de trabajo como de vida, jamás se habían plantea...
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Amoris vulnus idem sanat, qui facit.
(La herida del amor la sana el mismo que la hace.)
-Pluvio Sirio.
El dolor les seguía y acariciaba. Tras aquel beso solo hubo silencio, el silencio más espeso y venenoso que jamás habían tenido que soportar, pero ¿Qué decir cuando tu corazón se está rompiendo dentro de tu propio pecho? Una fría lágrima corrió por la mejilla de Haru y Rin se sintió morir. Aquel no fue su primer beso, ni siquiera el segundo, pero sí que había sido su beso más real; El único de todos que de verdad significó algo, lejos de cámaras, guiones y amigos impertinentes. Solos ellos dos y un millar de sentimientos disparándoles a bocajarro.
"¿Por qué has hecho esto, Rin?" Preguntó y sus labios temblaban por culpa de los nervios y de las lágrimas que con tanto esfuerzo trataba de retener.
Haru parecía tan herido que ni siquiera sabía qué decir; qué sentir; qué pensar... Rin sonrió adolorido y abrió la boca, dejando escapar lo que fue el esbozo de una frase; No podía decir nada.
"No, mejor no me lo digas..." Masculló y aquellas palabras subieron con sabor a bilis por su garganta. No es que no quisiera escucharle, es que sentía que si lo hacía se derrumbaría ahí mismo por completo; La respuesta que pudiera darle le aterrorizaba. Tantas habían sido las veces en las que había dicho grandes palabras que resultaban estar huecas que tenía miedo de que lo hiciera de nuevo.
De repente la puerta del bar se abrió y lo siguiente que Rin vio fue cómo los ojos de Sousuke se posaban preocupados en Haru; Estaba llorando, con ansiedad marcando sus facciones y los labios temblorosos. Quizás Rin todavía no podía comprenderle del todo pero a Sousuke le bastó una simple mirada para saber lo que había sucedido.
Momentos después, tras unas pocas palabras que supieron a dolor y melancolía, Haru y él desaparecieron entre las sombras de la calle, dejando a Rin con el corazón herido y una frase ardiéndole como fuego en la garganta. "Te he besado porque te quiero..."
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Luces, maquillaje, agua, bañadores... El set de rodaje de Samezuka estaba preparado, pero Rin no lo estaba. Sentado en una silla veía como la gente se movía a su alrededor, llevando materiales de un sitio a otro, pero él permanecía impasible, pensando en Haru y en las lágrimas que con tanto dolor brotaron de sus ojos.
Por suerte o por desgracia el rodaje de Free! Estaba dividido en dos escenarios: Samezuka e Iwatobi. Por un lado grababan las escenas que acontecerían en ambas escuelas y después las juntaban. La directora quería mantener la distancia, las ganas de verse, las ganas de competir, quería conservar ese sentimiento tan puro que incluso mantenía como secretos los diálogos.
