Capítulo 24. "Profundidades".

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Levanto mi mejilla dejando caer la húmeda tierra en la cual me encontraba. El clima se tornaba algo húmedo. El sol comenzaba a aparecer, lo que era abrumador e inestable de sólo pensar cuantas horas estuvimos inconscientes.

Rápidamente miro a Niall a mi lado y mi alivio aparece nuevamente, noto las muecas, por lo que me percato de que esta despierto.

- Duele mucho?.- Aunque la respuesta la sabia y era clara.-

-Sí, el dolor es tan punzante y tan fuerte que necesitaría aliviarlo con una cosa.- Su cara comenzaba a tornarse con mal estar.-

-Dime e iré a conseguirlo, puedo sola.- Afirme.-

-Un beso Gemma, es lo que quiero.- Lo miro y no puedo evitar dejar de sonreír. Me acerco lentamente depositando en sí un beso en sus labios carnosos.-Me siento mejor, creo que deberíamos seguir caminando.-

- Oh, estas bien.- Una voz dulce y con una gran hombría aparece.-

Sí, era él. El hombre, o mejor dicho niño que vi caer, estaba de pie y se lo veía realmente bien. Pero cómo? Yo lo había salvado, había estado a la linde de la muerte.

- Lo sé, el capitolio me ha ayudado, y mucho. Verás, no sé el porqué tan solo apareció.-

Una sonrisa apareció en mi rostro, la cual no pude ocultar. Niall me ayudo a levantarme y comenzamos nuevamente el camino.

Ante nosotros se encuentra un gran y profundo valle. Debajo del gran acantilado hay un inmenso río cuya agua es bastante clara y nos tienta demasiado. Nos encontramos parados sobre una inmensa roca a más de cincuenta metros de aquel río.

- Deberíamos bajar.- Dice Niall.-

- Que listo, no lo había pensado.- Siendo sarcástica, agrego.- . ¿Cómo bajamos Niall? ¿Hacemos caída libre?.- Digo en tono burlón.-

- No.- Dijo dejando salir una risa.- Algún tipo de camino debe haber para bajar.- Agrego.-

Caminamos en silencio, bordeando el acantilado en busca de un camino por el cuál bajar.
Al otro lado del inmenso acantilado se distingue a una figura humana que camina en silencio mirándose las botas y pateando algo. No se cómo no nos ha visto, ya que estamos parados justo al frente de él. Niall carga el arco con una fina flecha y apunta, pero antes de dejarla lanzar.

- ¡No! Espera.-

Es un chico, creo que del distrito 5, se acerca más hacia el acantilado y patea una especie de ave hacia el abismo. El ave choca contra la pared de piedra y desaparecen en el interminable acantilado. El chico levanta la vista y nos ve, una expresión de pánico atraviesa su rostro.

- Baja el arma. Él no tiene armas, no peligramos ante él.- No podía seguir lastimándolos, lastimándonos.-

Cuando Niall baja el arma, el chico se aleja de espaldas hacia un lado del bosque y desaparece.

Seguimos bordeando el interminable acantilado, mientras buscamos donde refugiarnos para pasar la noche.

Veo un árbol de un tamaño apropiado para poder pasar la noche, no es el lugar que más me gusta, pero es lo que hay. Subimos y sacamos de las mochilas que habíamos encontrado en la cornucopia sogas, Niall hace sus nudos y nos queda una colgadera.

Me recuesto y duermo por un rato, pero me levanto con el himno del capitolio que retumba en mis oídos. Miro al cielo donde también aparece el sello del capitolio y comienzan a mostrar los tributos caídos en el día de hoy.

- Ey, el uno viene con mucha fuerza estos juegos.- Dice Niall.-

-No se cómo puedes seguir bromeando.- Le digo y sonrío.-

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