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Capítulo 9. "Entrenamiento"

Despierto por la mañana muy temprano como había prometido hacer ya que quería quedar bien con Riley, lo cual no había hecho anteriormente. Al despertarme lo hago con el corazón algo sobresaltado por lo cual respiro profunda y lentamente intentando calmar mis nervios, pasandome la mano por la mejilla la cual está completamente sudada y repitiendome reiteradamente que "todo fué una pesadilla". Eh tenido una noche de incontables sueños inquietantes. Mi padre retraído e inancanzable, y con Katherine escuálida y aterrorizada. Lo cual sé que solo fuéron sueños, o eso espero. Hoy al fin y al cabo irémos por primera vez al centro de entrenamiento dónde espero por fin dar una imagén de chica mala y poder aterrorizar a algunos tributos, si no todos me creerán una más de las niñitas débiles. Por lo cual me encuentro algo desorientada y mareada. En frente de mí un gran ventanal en el que puedo observar el mañanero Capitolio. Me levanto suavemente recostandome contra la pared para poder observar la estancia en la que he despertado. Cuando logro divisar el baño, me levanto cuidadosamente de la cama apartando de mí una suave manta que me cubría y me dirigo hacia él. Al llegar, me encuentro en frente de un grán espejo, en el cual observo mi delgado cuerpo... y sin mucho musculo. 

Entonces... ¿Así intentaré salir del baño de sangre aún con vida? ¿Como haría? Preguntas como ésta dianvulaban por cabeza.

Me alejo del espejo disgustada y me quito la ropa para poder darme un baño. Me encuentro dentro de la ducha justo debajo de ella, y comienzo a tocar al menos cien botones los cuales regulan la temperatura del agua, y cualquier tipo de capricho que podrías llegar a tener sobre tu ducha. Lo cual me resulta demasiádo estúpido. Entonces lo logro, el agua por fin se encuentra a una temperatura de mi agrado. 

Después de casi una hora en el baño, decido salir cubriendo completamente mi cuerpo con una toalla al igual que a mi cabello. Al salir, me seco rápidamente y me visto con lo primero que encuentro, unos shorts rosados y una camiseta negra.

Al terminar de vestirme, me dirijo directamente hacia el comedor, donde espero que no hayan servido el desayuno aún. Hoy como será el primer día de entrenamientos, gastaré demasiáda energía por lo cual debo alimentarme bien. 

Llego al comedor rápidamente esperando ser la primera, pero en eso veo a Liam y Serena ya sentados en la mesa y a Niall entrar por otra puerta, lo cual me pone de mal humor.

Llegamos justo a tiempo, ya que un avox estaba preparando la mesa con deliciosos manjares. Un Avox es una persona que ha sido castigada por rebelarse contra el Capitolio; en otras palabras, es un traidor. Los Avox tienen sus lenguas cortadas, por lo que son incapaces de hablar, además las personas no deben dirigirse a ellos a menos que sea para darles alguna orden.

-Se despertó al fin la bella durmiente.- dijo Liam riéndo, lo cual hizo que riéra ¿Bella durmiente? ¿Liam está hablandome a mí?, pero a Niall no le ha causado para nada gracia ni tampoco a Serena.-

-¿Y cómo has dormido Gemma?.- Dijo Niall intentándo cambiar el tema.-

-Bien,  ¿y tú?.- Agregé.-

-Bien.-Dijo éste sonriéndome.-

Luego de esa breve conversación comenzamos a desayunar. Me dirígo hacia una extensa mesa en la cual se asientan incontables tipos de manjares,el cual eligo un ligero plato de frutas y una taza de chocolate caliénte. 

Empieza el silencio y desayunabamos ligeramente mientras comienzan y trazan estrategias y me preguntan debes en cuando que podría hacer. Todavía quedan treinta minutos para las diez que es cuando empezamos los entrenamientos en la planta baja llamada gimnasio, donde nos prepararemos para lo que llaman como : El arte de la supervivencia que en resumen significa, matar, morir, correr y o no morirte antes de una pelea con otro tributo.