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Capítulo 11. "Enseñazas"

Me despierto algo alterada al sentir que alguién toca mi cintura continuamente haciendo un movimiento suave y lento con ella, miéntras repite mi nombre reiteradamente. Abro los ojos lo más rápido que puedo para poder observar a ésta persona, y logro divisar el rostro de Liam con una enorme sonrisa en ella, lo cual aún no logro entender. No entiendo como a estas horas de la mañana pueden estár tan despiertos y contentos, a diferencia de mí, tengo siempre mala cara si se trata de la mañana.

-¿Qué haces aquí?.- Dije intentándo recostárme en la cama, miéntras me llevaba ambas manos a las mejillas.-

-Quize despertarte, pues los entrenamientos comiénzan en diez minutos, y no te levantabas aún, y creo que no te gustaría perdertelos.- Dijo éste miéntras se apartaba de la cama en la cual anteriormente estába sentado.-

-Oh gracias, no claro que no quiero perdermelos.- Dije algo incómoda por ésta situación, estába viéndome despeínada y nada arreglada.-

-De nada, te esperaré afuera ¿Está bien si vamos juntos?.- Dijo éste y yo reí al imaginarme a Niall.- ¿Pasó algo?.- Preguntó éste al notar mi risa.-

-No paso nada.- Dije y sonreí ampliamente.- Y sí claro que sí podemor ir juntos, en diez minutos salgo.- Dije levantándome de la cama miéntras él salía por la puerta.-

Luego de eso caminé rápidamente hacia el baño, en el cual al llegar arreglé un poco mi cabello que por cierto estába todo desparramado, y al terminar de alistarme salí de la habitación topándome con Liam nuevamente.

-¿Ya estás lista linda?.- Dijo él riéndo.-

-Sí.- Asentí y reí, a lo que Liam intentó tomarme la mano la cual esquive.-

Comenzámos a caminar sigilozamente por los extensos pasillos, y al llegar al ascensor bajamos rápido a la sala de entrenamiento ya que llegábamos tarde, o eso creo.

Al llegar lo primero que hago es acercarme rápido hacia dónde se encontraba la instructora, encontrandome en la vista de Niall quién parecía enojado al verme llegar con Liam riéndo. Comenzé a escuchar la charla de la mujer cuyo nombre no recuerdo, sobre las principales causas de las muertes en la arena la cual parecía ser el último tema de la charla, ignorándo a Niall. Me gustába que esté celoso lo que no sé por que realmente.

Luego al finalizar la charla, nos autorizaron para ir a entrenar, lo cual me alivio demasiado, ya me había cansado de escucharla.

Nos encaminamos al puesto dónde están las lanzas de metro y pico que debemos clavar en el corazón al muñeco. La chica del 1 nos mira y presiento que le apetece reírse un rato de nosotros. Niall coge una de las lanzas, se pone en la posición que hemos visto a los profesionales. Estira el brazo con fuerza lanzando la lanza hacia él muñeco y la punta sólida de aquella lanza se clava en el corazón del muñeco. Sonríe con suficiencia y miro a la profesional, que lo mira con rabia. Parece que a nadie se le puede dar bien algo que tenga que ver con ella.

- Que buen tiro.- Mirándolo con ternura.- ¿Cómo lo hiciste?

- Estoy acostumbrado de lanzar tridentes a los peces. Esto se parece, pero es más ligero y menos letal, ya que solo tiene un diente en la punta. Inténtalo tú.-Me dice.-

Cojo una de las lanzas para probar yo. Me coloco ligeramente de lado, estiro el brazo y coloco la lanza paralela a mis hombros. Espiro, inspiro, espiro, inspiro. Hasta que por fin muevo el brazo hacia atrás y con un fuerte movimiento la lanzo hacia delante. La lanza se clava en el cuello del muñeco. Intento unos diez tiros más y lo más cerca que he logrado lanzarle del corazón es en el pulmón.

-Anda cambiemos de estación.- Me dice Niall mientras la profesional sigue mirándome.-

Niall tiene razón, llevo al menos una hora intentando darle en el corazón, pero claro, sin resultados. Me acerco a los arcos, alejándome de Niall, donde están los dos tributos del 12. El chico se coloca y me quedo con la postura e intentaré imitarlo lo mejor que pueda. Tensa la cuerda y lanza. La flecha se clava justo en el centro del maniquí. Abro los ojos, atónita.