Capítulo 7

28 8 5
                                    


Mini-nota autora: los primeros párrafos son del capitulo anterior para que se ubiquen(aunque es recomendable leer todo de nuevo si no se acuerdan, que se yo) perdón por tardar tanto(se había roto mi compu) y gracias por leer **la nota hace eco en el vacio porque nadie la lee**

El pasillo esta oscuro y avanzo rozando las paredes con mis manos para intentar orientarme.

Doblo una, dos, tres, mil veces hasta que desemboco en un nudo que da a varias puertas, escucho susurros provenir de una y me acerco cuidadosamente sin hacer ruido.

—te digo que esa chiquilla está con nosotros, y para cuando él se dé cuenta lo que está pasando, será demasiado tarde.

Abro los ojos sorprendida cuando distingo la voz.

Es Taryas.

Siento que una mano se posa en mi hombro y otra cubre mi boca, haciendo que mi corazón se acelere de miedo.

Clavo mis uñas en la mano del desconocido e intento morderlo, haciendo caso omiso a sus intentos de callarme mientras me arrastra hacia la oscuridad del pasillo.

Quedo momentáneamente sin aire cuando me empuja contra la pared, el frío de la piedra atravesando la ropa que tengo.

—cállate—me suplica la voz y permanezco quieta cuando lo reconozco.

Aun en la penumbra su cabello rubio parece brillar.

Comienzo a recriminarle en voz baja a pesar de que su mano aun siga en mi boca y no pueda entenderme, aunque callo cuando escucho el ruido de la puerta abrirse y unos pasos dirigirse en nuestra dirección.

Mi corazón que se había tranquilizado hace unos segundos vuelve a latir desbocado con el solo pensamiento de que nos encuentren.

Killian quita su mano de mi cara y agarra mi brazo, jalándome aún más adentro del pasillo. Yo veo hacia atrás cada tanto, intentando distinguir la silueta de Taryas o la persona con la que estaba, sin embargo, no veo nada y trastabillo cuando Killian hace un giro brusco y me lanza dentro de una habitación.

Cierra la puerta detrás de él y se recuesta sobre ella. Luce agitado.

—¿Qué hacías escuchando? ¿Acaso estás loca? Podría haberte sucedido algo si te hubiesen descubierto—sus ojos ámbar me miran con frustración.

—¿Por qué te preocupas tanto? Incluso si me pasara algo, sería mejor para ti. —digo indiferente, ya que después de todo, tengo razón.

No sé lo que nos espera ahí afuera, pero sí sé que mientras menos personas haya, menos rivales para él.

—¿Por qué me preocupo? —pregunta sorprendido—supongo que si digo que es por ser buena persona no me creerás de todos modos así que voy a ir con la verdad, quería ofrecerte un trato—dice revolviendo su cabello y volviendo a mostrar su habitual sonrisa.

—¿Qué trato? —si puedo distraerlo y alejarlo de la puerta, puedo llegar a escapar.

—seamos compañeros, cuando el torneo comience y las pruebas se revelen, trabaja conmigo. —dice simplemente, su sonrisa arrogante desaparece—por cierto, no me moveré de aquí hasta que me respondas, asi que ni lo pienses.

Este maldito imbécil.

—bien—acepto y él levanta sus cejas—estaré contigo cuando el torneo comience.

Y luego me marcharé bien lejos hasta desaparecer por completo.

Killian duda unos momentos—eso fue sorprendentemente demasiado fácil, pero un trato es un trato.

Reina de Hielo //Pausada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora