Capítulo 8

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>>La historia de nuestro amado país comienza con los hermanos Wilter, al contrario de la creencia popular sobre un dragón de obsidiana, los verdaderos fundadores son estos dos hombres que con esfuerzo y dedicación unieron a todos los clanes dispersos por nuestro territorio y formaron un reino.

Al principio...

—¿Qué estás leyendo? —una cabeza rubia se interpone entre el libro y yo—Hey se ve interesante, voy a tomar esto prestado—dice parándose y mirándome con una sonrisa—oops parece que volvió al estante—sus dientes blancos parecen destellar, principalmente sus caninos, nunca había notado lo afilados que eran—acompáñame ¿sí? Necesito presentarte a nuestro super duper mejor y nuevo compa, es algo tímido, pero supongo que se llevaran bien porque los dos no hablan. —su tono de voz sigue siendo malditamente alegre mientras me toma la mano, me levanta y luego me arrastra por las estanterías.

¿Debería decirle que ya sé quién es o no?

Me decido por la última, porque aún no sé qué es lo que está tramando.

—¿Cómo me encontraste? —pregunto susurrando fastidiada.

—Pues eso, fue muy sencillo, solo tuve que seguir el rastro de mal humor, al principio me confundí con nuestro nuevo compa, pero luego te encontré—responde y me observa sobre su hombro sonriéndome de lado.

No respondo, prefiriendo que no vuelva a hablar.

—Como estaba diciendo—debería haber sabido que esto pasaría—son muy parecidos, los dos tienen el pelo negro y son bajitos, hablan en susurros y parece que me odiaran aunque yo sé que no es así, porque vamos, ¿Quién podría odiarme cuando soy tan...

Bla bla bla pato pato hueco.

Dejo de prestarle atención hasta que luego de muchos giros llegamos a un lugar donde hay mesas y algunas personas leen. Parece que la mayoría son ayudantes del castillo pero distingo algunos competidores por su forma de actuar, están constantemente sonando sus nudillos, sus ojos están alerta y todo lo que leen parece ser sobre combates.

Sin embargo el niño al que Killian llamó Devendra, nuestro nuevo compañero, se encuentra extrañamente tranquilo, con su nariz metida en un libro.

Como si sintiese mi mirada fija en él, levanta la vista y me encuentro con sus ojos azules que me observan irritados.

O quizá no exactamente a mí.

Cierra el libro y se levanta rápidamente, sin embargo Killian interrumpe su escape.

—¡Hola Devendra, justo a ti venía a verte! —Grita sobresaltándome a mí y a media biblioteca—y así fue como sobreviví en las calles durante todo este tiempo ¿soy bastante astuto no? —dice luego en voz más tranquila volviendo a mirarme e ignorando todas las miradas de odio.

No respondo, en cambio solo lo miro fijamente.

—bueno, entonces espérame aquí, vuelvo en un segundo—gira rápidamente sobre sus talones y avanza con grandes zancadas hacia Devendra, quien aún no ha podido escabullirse, lo toma por el cuello y lo arrastra hacia una mesa un poco apartada, luego me hace señas con su otra mano para que me acerque.

Avanzo algo dudosa, podría correr ahora, pero realmente no lo quiero persiguiéndome o gritándome.

Cuando llego a la mesa, todos tomamos asiento y Killian hace todas las presentaciones y comentarios sin sentido que el aparentemente, cree necesarios.

—muy bien, ya que vamos a estar en esta divertida y mortal aventura juntos, ¿porque no nos conocemos un poco mejor? Yo me llamo Killian, soy de la meseta de Yhak y tengo 19 años.

Reina de Hielo //Pausada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora