Descubriendo a Papá

CAPÍTULO 11. SANANDO UN CORAZÓN PARTE 2

Disclamer: Los personajes no me pertenecen son de SM yo solo los tomo prestados para jugar con ellos.

Mil gracias a Isa Mella Romo por betear el capitulo ere un amor.

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CAPÍTULO 11. SANANDO UN CORAZÓN PARTE 2: EMPEZANDO A LATIR DE NUEVO.

Esa noche mi departamento estuvo lleno; Alice no quiso regresar al departamento de Edward y, Esme y Carlisle tampoco regresaron al hotel, por lo que decidieron hacer una acampada Cullen en mi sala y todos se quedaron en mi pequeño departamento. Imaginen mi pequeño departamento lleno de gente. Dejé mi cama a Esme y a Carlisle por educación. En mi sala estábamos en el piso Emmett y yo, mientras Rose se había puesto en el sillón y Alice estaba en una colchoneta en el cuarto de Tony.

Muy temprano en la mañana alguien tocaba a la puerta.

Nadie se paraba a abrir.

—Emmett, abre —le dije.

—Tú eres la dueña de la casa —me contestó.

—Te odio Cullen, pero odio más al otro —le dije mientras me paraba a abrir. La verdad ni siquiera me vi al espejo, pero podía imaginar la cara que tenía y cómo luciría mi cabello todo enredado. Solo llevaba mi vieja camiseta y un pants viejito.

Mi sorpresa fue grande al abrir la puerta y encontrar a Edward.

—Edward, buenos días. ¿Qué haces aquí tan temprano? —Le dije sin dejarlo pasar.

—Vengo por Tony —me dijo serio.

— ¿Qué? ¿Cómo que vienes por Tony sin avisarme? Lo siento pero tenemos planes para hoy. Charlie...

—Deja de inventar —me dijo aventando la puerta y abriéndola.

—Oye es mi casa ¿con qué derecho entras así? —. Ahora sí que estaba enojada. Emmett ya se encontraba de pie junto a mí.

— ¿Qué te pasa imbécil? —Le dijo. —No le grites.

—Tu cállate, ahora engañas a Rosalie con esta...

— ¿Esta qué? —Le dije interrumpiéndolo, solo esto me faltaba. –Nadie engaña a nadie Rose esta aquí –le señale con la cabeza hacia el sillón, donde una dormida Rose se sentaba.

— ¿Qué le dijiste a mi familia de Victoria? —No entendí.

— ¿Qué?¿Qué les dije de qué? —. Cielos, estaba loco, pero de pronto entendí.

—No les dije nada, ¿qué les puedo decir? no la conozco más que los cinco minutos que estuvo aquí —le contesté.

—Papito, qué bueno que llegaste. Anoche hicimos una fiesta de campamento y fue muy divertido. Hoy va a venir el abue Charlie a visitarnos.

—Qué bueno corazón, yo quiero que vengas conmigo a conocer a alguien, ¿Qué te parece la idea? —Dijo mirándome como diciendo impídelo.

Tony lo pensó unos minutos.

—No, mejor hoy veo a mi abue Charlie y mañana conozco a... ¿A quién?

—Ella es mi novia y quiero que la conozcas porque pronto nos vamos a casar.

—No, tú no te puedes casar con otra persona, tú eres mi papá —y se fue corriendo.

—Eres un idiota hermano.