Capitulo 4. Adaptándonos

931 56 4
                                    

Disclamer los personajes no me pertenecen son de SM yo solo los tomo prestados para contarles las cosas que pasan por mi cabeza.

No se como agradecerles a todos los que leen la historia, mil gracias por su reviews, favoritos y alertas.

Les dejo un beso muy grande a todas, GRACIAS.

Capítulo 4. Adaptándonos

You can take everything I have

You can break everything I am

Like I'm made of glass

Like I'm made of paper

Go on and try to tear me down

I will be raising from the ground

Like a skyscraper, like a skyscraper

Edward me tomó del brazo demasiado fuerte y me jaló hacia mi recámara.

—Cuidado Edward, me lastimas— le dije mientras rompía con su agarre —¿qué te pasa? No hay necesidad de lastimarme.

—En serio— me dijo mirándome con resentimiento —tal vez no deba tener resentimiento porque mi hermano conocía a mi hijo antes que yo o porque Jacob Black también. Oh no espera, tal vez debería de estar agradecido porque no sé nada de él.

—Pareces actor de novela barata— le dije lo más calmada que pude —ya déjalo pasar. Ok, no te dije de Tony pero ya lo sabes, disfruta ahora de él.

Me miró de una manera que me dio un poco de miedo, pero eso me dio el valor que necesitaba.

—Está bien, hablemos más claro. Dime Edward ¿qué hubieras hecho si yo llego y te digo que estoy embarazada? Tú estabas en Londres, yo aquí en NY y además me dejaste bastante claro que lo que había pasado era un error, que sólo querías lastimar a alguien. Dime ¿qué hubieras hecho?

Él se quedó callado y cerró los ojos, esos hermosos ojos, no podía estar pensando que tiene hermosos ojos... Necesitaba salir de ahí, necesitaba respirar aire fresco, me estaba sintiendo asfixiada.

Salí de la recamara, localice a Rose y le dije:

—Te encargo a Tony, necesito salir.

Y una vez que cerré la puerta prácticamente corrí, quería olvidar que ayer él había entrado en la cafetería, que había conocido a Tony y sobre todo que todavía estuviera enamorada de él. Pensé que mi corazón seguía hecho pedazos, pero al verlo, mi corazón comenzó a latir a su ritmo, como si siempre hubiera estado aquí, como si el tiempo no hubiera pasado, como si tuviera quince años y él estuviera sin camisa en traje de baño en la alberca, como si tuviera diez y llegara de visita a mi casa.

Quería correr y correr y no parar jamás, quería sacarme el corazón y pensar que nada había pasado, tal vez así encontrara un poco de paz. Pero no podía, tenía una prueba real que me decía que todo había pasado.

Me detuve cuando llegué a un parque, en el mismo parque donde llevaba a jugar a Tony. Traté de controlar mi respiración, estaba muy agitada y cuando pude llenar mis pulmones grité:

TE ODIO EDWARD CULLEN

Me sentí más ligera, sin tanta carga en mis hombros, las lágrimas comenzaron a llegar a mi cuello y sentía que me quemaban. Casi era perfecto ese momento hasta que escuché su voz, su linda y hermosa voz:

—Bella estás bien— no quería voltear —¿por favor perdóname? Tiendo a exasperarme muy fácil, tú me conoces.

Claro que lo conocía, cuando algo no salía como quería era implacable.

Descubriendo a PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora