- Quiero que dejes de fumar.
- Quiero que dejes de ser un gilipollas y me dejes tranquila.
- Vale... dejaré de ser un gilipollas pero tienes que parar.
- No prometo nada.
- ______. Te cortas, fumas, comes poco, bebes poca agua. Eso es lo peor que puedes hacer.
- ¿Y por qué estoy así, Niall? ¿Por qué? Porque eres un gilipollas, has hecho lo que te ha dado la puta gana conmigo, me has tratado mal y cuando intentaba alejarte de mí me querías. Dime, ¿que tengo que ha-?
Me interrumpio juntando sus labios con los mios.
- Te quiero. Y tienes razón, no he sabido apreciarte. Perdoname por todo, por favor.
- No te mereces nada. -dije después de unos segundos de silencio.
Me levanté y abrí la puerta indicando que se fuera.- Pero...
- Fuera. -dije mirando el suelo.
A la mañana siguiente Harry tocó mi puerta.
Le abri y me dijo que me vistiera.- ¿Por qué?
- Nos vamos.
- ¿Donde?
- Haces muchas preguntas ____. Vistete por favor.
El estaba totalmente cambiado, totalmente serio.
Me vestí y cogí una galleta para desayunar.
- Cogete otra y te la comes en el coche. -dijo el saliendo de la puerta de casa.
- Vale...
Una vez en el coche volví a preguntar dónde íbamos a lo que no obtuve respuesta. Sólo estábamos el y yo.
- Oye... Dime de una vez dónde me llevas.
- Si te lo dijera no querrías ir.
No volvimos a hablar. Conociéndole no podría escapar.
- Sólo quiero que tengas en cuenta que eres la persona en la que más confío. Como me jodas no volveré a confiar en ti. -dije mirando un punto fijo.
- Al final me lo agradecerás.
Llegamos a un edificio que se veía de alto nivel.
Bajo del coche y yo hice lo mismo.
Pasamos y subimos al ascensor, pulsó el piso 15. Tengo miedo a las alturas.Al salir cruzamos un largo pasillo hasta la última puerta, al lado de la puerta ponía "PSICÓLOGO"
- ¡¿En serio?! -grité parándome en seco.
- Venga por favor. -dijo cogiendome por la cintura y acercándome a la puerta.
- Nunca pensé que me fueses a traer aquí, no voy a volver a confiar en ti en mi puta vida.
- Chs... calla, no hables así que desde el pasillo se oye todo.
- Me la suda, Joder.
Tocó la puerta y nos dejaron pasar.
- El señor Powers les atenderá en un momento. -dijo la recepcionista.- ¿Powers? ¿En serio? Y cuando se vaya, ¿saldrá por la ventana y volará con su capa?
- ____, no digas tonterías.
- Tu has hecho una tontería muy grande al traerme aquí.
- Lo hago por tu bien. Lo necesitas.
- ¿Puedes dejar de insinuar que estoy loca?
- ¿No lo entiendes, ____? Estás pasando una terrible depresión. Tu antes no eras así, el dolor te ha cambiado completamente.
- ¿Tu también te has dado cuenta, verdad? -sonrei irónicamente.
- No sólo te estás haciendo daño a ti, también nos lo haces a nosotros.
- ¿A ti y a Isa?
- Y a Niall, ¿sabes que el ha salido antes del hospital sólo para verte y hablar contigo?
- Pues no ha sido muy productivo.
El maldito psicólogo vino y Harry se quedó esperando.
Entramos en la absurda habitación y me senté en el típico sillón inclinado.- Buenos días ____. ¿Como te encuentras ahora mismo?
- Sólo quiero saber si me vas a hablar todo el rato como si estuviera loca.
- Por supuesto que no, no pienso que estés loca. Dime, ¿como te encuentras ahora mismo?
- ¿Te han pagado mucho para que yo esté aquí? Que manera de tirar el dinero. -solte una risa.
Apuntó algo en su estúpida libreta y volvió a preguntarme cómo estaba en ese momento.
- Estoy cansada de todo esto, sólo quiero volver a casa y meterme en mi habitación.
Volvió a apuntar algo.
- Cuentame un poco sobre tu vida en el internado.
- ¿Como sabes lo del internado?
Se quedó en silencio, es bastante evidente.
- Harry es un ser un poco hablador. -dije enfadada mirando hacia la puerta que daba con la sala de espera.
- Se preocupa por ti. Bueno, cuentame por favor.
- Todo fue perfecto hasta que apareció Niall, me metí en cosas que no me tenía que meter por su culpa.
Iba a contarle que por su culpa mataron a una persona pero preferí no hacerlo. Espero que sólo me haya contado lo del internado.
- ¿Que más te ha contado Harry? -le pregunté frunciendo el ceño.
- Sólo lo básico. Aunque, evidentemente me lo vas a tener que contar todo.
- Eso ya lo veremos.
- Bueno, háblame de Niall.
- Como te dije, desde que llegó a mi vida no ha hecho más que joderme.
- ¿Por qué crees que quemaron el internado?
- Algún idiota de cocina o algo. -claramente mentí.
- Tiene sentido.
"Estúpido" -pensé.
Volvió a escribir.
Cuando acabamos le pidió a Harry que entrara con él.
En la sala de espera no había nadie así que pegué mi oreja a la puerta.- Si, le costará decir la verdad. -oí decir a Harry.
- Me ha mentido en todo lo que tú me has contado. Quiero que también me traigas a Niall si puede ser.
- No lo sé, supongo que por ella vendrá.
- Habla con él y si accede podremos avanzar antes con ella. Claramente padece depresión.
- Veré que puedo hacer.
En cuanto escuché que sus pasos se acercaban a la puerta corrí hacia el otro lado.
Ya en el coche Harry me preguntaba que tal me había ido. El muy desgraciado está de su parte, de la parte del maldito psicólogo.
Ahora si que estoy totalmente sola.
¿Deberia decirle a Niall lo que planean?