Salí del edificio y ahí estaba él.
-Joder. Pensaba que te habías ido. -dije poniéndome la mano en el pecho.
- ¿Que tal te ha ido?
- Como siempre. -respondí encogiendome de hombros.
- Iremos a comer por ahí tú y yo.
- Em... ¿vale?
- Vamos.
Subimos al coche y puso la radio.
Empezó su camino hacia el sitio y yo le pregunté:
- ¿Dónde vamos?- ¿Donde quieres ir?
- Lejos. -mire por la ventana de mi lado.
El se quedó en silencio y siguió con la vista en la carretera.
Abrí mi ventana y cerré los ojos unos minutos sintiendo la brisa en mi cara.Cuando los abrí seguíamos conduciendo por la misma carretera.
- ¿Quieres decirme dónde vamos?
El siguió callado y con su vista centrada en la carretera.
- Que místico estás últimamente...
El "viaje" continuó durante aproximadamente veinte minutos. Veinte minutos de completo silencio entre nosotros dos.
Paró el coche y me señaló mi puerta con la cabeza indicando que bajara.
Con miedo bajé y escuché como abrió el maletero, fui hasta allí y había una maleta.
- ¿Y esto?
- Es tuyo. -respondió por fin.
- ¿Qué coño me quieres decir con esto? ¿Es una broma? ¡Estamos en medio de la nada!
Cerré fuertemente el maletero ganándome una mirada de odio por su parte.
Y ocurrió algo que pensé que jamás podría suceder.
Arrancó el coche dejándome completamente sola.Yo no paraba de gritar su nombre y de intentar llamarle por el móvil, pero no respondía.
Me senté en mi maleta y lágrimas de rabia salieron por mis ojos.
Tapé mi cara con mis manos e intenté que el maquillaje no se corriera.
Entonces sentí una mano en mi hombro. Joder, ahora si que tenía miedo.
- Eh, pequeña. Estoy aquí. ¿Por qué lloras?
Intenté controlar mi llanto y mirarle a los ojos.
- Joder, Niall.¿Que está pasando?
El me tendió su mano y la cogí, iba a coger mi maleta cuando el se ofreció a llevarla.
Nos guió hacia un camino que se empezaba a formar a partir del bosque en el que estábamos.
Yo iba mirando el suelo por si me caía y después de otros minutos de silencio se paró.
Al hacer eso levanté mi cabeza y vi una casa de madera.- ¿Y esto?
-Es para ti.
Entramos y el dejó mi maleta en la entrada. Yo miraba atentamente cada detalle de esa casa.
- ¿Quieres verla?
- Claro. -respondí.
Después de un pequeño tour por la casa nos sentamos en el gran sofá del salón.
- Oye... -le dije insegura -¿Por qué todo esto?
- ¿No te gustan las sorpresas?
- No me gusta que me hayan dejado en medio de la nada sin ni siquiera mirarme a los ojos.