Fuego en tus venas

Capítulo 5

Corrí como viento que llave el diablo hacia el prado donde siempre entrenamos. Allí empeze a sentir mucho calor que venia desde dentro de mi cuerpo como una llamarada de fuego. Mis huesos se rompían y mi cuerpo se me estiraba dolorosamente, en mi piel se empezaba a formar escamas gruesas enormes y blancas. Mi cuerpo cambiaba de una forma increíble. Cuando me di cuenta que en el bajo de mi espalda se alargaba formando un extensa cola blanca con una especie de púas. Eran brillantes y plateadas y parecían bastante afiladas. Mi cara y cuello también cambiaban. Mi cabeza crecía y mi mandíbula se alargaba y ensanchada. Mis dientes y muelas también cambiaban haciéndose como dientes afilados y enormes. Mi nariz ahora era un hocico lago y fino, se podía decir era muy bonito. Y mis ojos se rasgaban un poco por los lados haciéndolos más grandes y más bonitos. Cuando me quise dar cuenta era un enorme dragón blanco con escamas brillantes y debajo de cada una una capa de plateado que las hacia mucho más hermosas. Extendí mi alas que eran de un color blanco- plata y con un color azulado en la punta de cada una. Empecé ha andar hacia un arrolló. Era grande y tenia una pequeña cascada unos metros adentro. Me encantaba este lugar, es mi lugar favorito para pasar el rato, pensar o incluso dormir. Cundo me refleje en el lago..... joder, me encantaba, de verdad que mi dragona era bella.
-Si, cariño, lo soy.
Pero queeee!!
- Quien anda allí muestrate!!
-Jajajaja oh cariño, no hay nadie soy tu dragona. Jajaja
Con esto me calme
- mmm.... vale. Y como te llamas?
- Ahh , claro, perdona. Me llamo Sarah. Y tu eres Davina no?
-ee si claro soy Davina. Pero una cosa que quiero preguntar.
- Claro, dispara.
- Porque después de tanto tiempo despertarte con ayuda del collar?
- ha si eso. Pues veras cuando éramos pequeñas, nuestra madre hizo un hechizo protector contra nuestro poder hasta que tuviéramos la suficiente edad como para controlar nuestro gran poder. El colgante despertó la transformación pero este no despierta todo el poder. El colgante ira soltándolo cada vez que te hagas más fuerte. Y ahora que ya he respondido a tu pregunta abre las alas y echa ha volar. Seguro que te encanta. Bueno yo ya me despido. Espero que nos llevemos bien. Adiós hermosa.
- Gracias, Sarah y adiós.
Con esto abro las alas y empiezo a volar.
Vayaaa!! Es alucinante. Estoy volando por encima de las nubes, se ve todo desde aquí desde las casas y fuentes hasta las personas paseando por la aldea es increíble. Inmediatamente me acuerdo del acantilado de al lado del puerto y vuelo hacia allí rápido. No tardo ni un minuto cuando noto mis patas sobre la fría piedra. Acto seguido me tumbo mirando el maravilló amanecer que se forma en el horizonte ( Multimedia).
Volví a casa ya de noche. Estaban las dos durmiendo. Les di las buenas noches. Me duche me puse mi pijama lila y me dormí.