Eres mío y de nadie más.

-Capítulo 12-

★★★

El ruido del auto de mis padres se hizo presente en mis oídos.

Había pasado 4 horas limpiando el departamento para que no tuvieran razones por las cuales regañarme.
Aunque al final siempre logran encontrar una forma para llamarme la atención.

La primera en salir del auto fue mi hermana Vanessa, quien no tardó en lanzarse a darme un abrazo.

—Tonto te he extrañado un montón! No sabes cuanta falta me haces —noto sus ojos a punto de llorar.

—Vane no seas tan dramática! —me la quito de encima y me dirijo a ayudar a mis padres con el equipaje.

—No seas tan duro con tu hermana, en realidad nos haces tanta falta a todos en la casa —me dice mi madre para llenarme la cara de besos.
¿Qué va con eso?

Nos dirigimos todos a mi departamento e inmediatamente mi madre comenzó a inspeccionar todo.
Yo en cambio me tire en el sofá junto con Vanessa.

—Y cuéntame, ¿Cómo van las cosas con Kevin? —recargo su cabeza en mis piernas y comienzo a acariciarle el cabello.

—No muy bien, tuvimos que darnos un tiempo —contesta haciendo una mueca.

Tonto Kevin, siempre fue un idiota y desde un principio se lo dije a Vanessa.
Solo es un chico interesado en el sexo y el dinero. La verdad Vanessa está mucho mejor sin él.

—Y tu? Creí que Gina andaría por aquí —me lanza una mirada.

—Pues para que te miento, terminamos hace poco —lanzo un bufido y me dejo resbalar lentamente en el sofá.

—Pero porque?! —Se levanta del sofá en un salto— es decir, que Kevin y yo hallamos terminado no está tan mal, pero tú y Gina eran como pan y miel!

—Lo sé, no tienes que recordármelo, simplemente fui un tonto —me tapo la cara con las manos.

—Oye, no exageres, bien sabes que cuando algo se va, es porque viene algo mejor —me quita las manos de la cara y me da un beso en la frente— bueno, iré a ayudar a mama con la comida.

Me quedo observando cómo se va, y, puede que mi hermana tenga solo 15 años, pero lo que me dijo puede que tenga algo de razón.
Algo mejor.

Me quedo pensando unos momentos más cuando mi celular comienza a vibrar.
Es un mensaje de Matthew.

Matthew:
"Christian vine un tiempo a la ciudad, necesito verte."

«Necesito verte»

Mi corazón comienza a acelerarse un poco. Sin embargo, sigo sin querer aceptar lo que me pasa con Matthew.

Inmediatamente mis dedos se deslizan por la pantalla tecleando las letras para contestarle. Enviar mensaje.

Christian:
"En este momento me encuentro con mis padres en el departamento, me llegaron de repente, pero dime dónde nos vemos y yo encuentro la forma de cómo escaparme."
Enviado a la 1:23 p.m.

Apenas me iba a poner de pie cuando vuelve a vibrar mi celular.

Matthew:
"Te veo en el centro comercial que está por tu departamento, enfrente de Nando's."