¿Primos? (Manu Ríos)

Capitulo 16

Narra Ana.

Di una gran respiración y sonreí, intentaba que no se percibiera mi tristeza y mucho menos el cansancio que tenía. Con la brocha de maquillaje aplique rubor en mis mejillas, algo que nunca hacia, porque me veía muy pálida y sin vida.

Salí de mi habitación y baje las escaleras, entre pequeños jadeos y quejas, me dolían hasta los huesos y me sentía débil, muy débil. Sentí un alivio al terminar el último escalón y fui directo a la cocina, donde se encontraba mi mamá, se volteó y me sonrió. Hice lo mismo y al parecer mi vi muy convincente, porque no preguntó absolutamente nada.

De camino al aeropuerto me sentía un poco mejor, el hecho de no tener que hacer mucho esfuerzo me alegraba y ayudaba a que pudiera agarrar algo de fuerzas, lo peor era que no sabía que tenía. Siempre decía que era él asma, ¿Qué más podría ser? Solo eso y no quiero preocupar a mis padres, tienen suficiente con lo que está sucediendo.

Llegamos y baje lo más normal que pude, cada paso era como si hubiera corrido un maratón y ahora estaba más que cansada, intentaba tomar fuerzas, pero ¿De dónde? Si no había comido bien los últimos días, mamá no había estado en casa y me había quedado sola, se había ido con papá a resolver cosas con su familia, de mi padre, y no quería que se preocuparan.

-¿Estás bien cariño? -preguntó mi madre y pude ver preocupación en su mirada, también vi que tenía unas grandes ojeras y conteste lo que era mejor.

-Claro. -me sostuve de su brazo- Solo tengo sueño. -bostece y ella recargo su cabeza en mi hombro.

-Ay hija. -suspiro y se oír triste- Tú abuela está cada vez peor.

Si, ere era el problema. Le habían detectado Alzheimer a mi abuela paterna, Marie, pero el problema no era eso, el problema era que ya lo tenía, llevaba más de 8 años con él y ahora al parecer ya no había esperanza. Yo iba a visitarla en ocasiones, pero ella vive algo lejos, ya no sabía quién era y al final era como un bebe, la cuidaban como a un bebe.

-¿Ya no tiene esperanza? -murmuré con un nudo en la garganta.

-Tiene 80 años. -beso mi mejilla, decía que eran muy regordetas- Es hora de partir, recuerda a tu abuelita. Al final sufría mucho y era triste verla, sé que no será fácil pero el tiempo ayuda a curar las heridas, o en ocasiones solo que no se vean. -asentí y seguimos caminado.

El día estaba horrible, por suerte ahora era de noche, desde que habíamos salido de la casa estaba nublando y había neblina, no llovía, pero el cielo pronto sacaría todas sus lágrimas contra nosotros. Que mejor día para volver a España, ¿No? Si, hoy volvían a España.

Desde que había despertado había sentido como si hoy fuera el último día feliz, como si desde ahora ya nada sería lo mismo y todo lo que fue se iría, pero no sabía él porque, analizaba cada cosa que había hecho, pero nada estaba mal y no sabía que estaba mal conmigo, si era solo una casualidad o si realmente desde hoy todo cambiaría para mal en mi.

Decidí dejar esos pensamientos y seguir caminado, vi a lo lejos a Denisse junto con Manu, Josemy y la tía Manoli, tome una respiración e intente poner mi mejor sonrisa, de seguro me veía extraña haciendo muecas por los pasillos del aeropuerto, pero no había mucha gente, era casi media noche y no había muchas personas.

Al llegar lo primero que sentí fue un abrazo, lo recibí feliz y percibí la cabellera rubia. La abrace con fuerza y me puse a pensar de el día que había llegado. Como olvidar ese día, lo primero que hice al verla en casa de la buena fue verla con disgusto y quererla alejar de Manu.

El día de las películas, cuando en mi ausencia se fue con Manu y al día siguiente me enferme. Denisse no fue de las personas que me cayeron mejor, pero después de tiempo y ahora al saber todo lo que me había contado de la chica, porque debería tenerme mucha confianza para decirme ese tipo de cosas, ahora somos amigas.