"Doce rosas"

Capítulo 12: "Admiradora secreta"

¿Otra rosa?, decía sorprendido Krilin mirando la rosa roja y la pequeña tarjeta que estaba junto a la misma.

Sí, decía sorprendido Gokú.

Amigo apenas iniciamos las clases y ya tienes una admiradora secreta, bueno siempre ha sido así eres un muchacho muy atractivo tengo que reconocerlo, decía Krilin.

Qué tonterías dices Krilin, debe ser un error, dijo el joven de cabello alborotado.

¿Y si no lo es?, ¿por qué no lees el contenido del sobre y a salimos de dudas?, dijo el calvo.

Está bien, dijo el joven abriendo el sobre por la curiosidad.

La frase que aparecía en la pequeña carta era muy corta y solo decía:

"Tu sonrisa es lo más bello de este mundo nunca dejes de sonreír Gokú".

Krilin se acerco a leer el pequeño mensaje y dijo no tiene remitente: pero por el mensaje es alguien te conoce, tal vez alguna de las chicas con las que estuviste o algunas de las chicas que se quedaron sin una oportunidad desde que....

No lo menciones Krilin, no sé quien sea, pero me parece un lindo detalle, dijo el joven con una ligera sonrisa.

Al menos te hizo sonreír, dijo Krilin mirando a su amigo.

Horas después: "Casa Son"

Ese es mi hermanito todo un galán decía Raditz abrazando a su hermano menor.

Vaya mi nieto tiene una admiradora secreta, decía el abuelo Gohan, cuando Milk justo entraba por la puerta y llegó a escuchar lo último.

¿Quién tiene una admiradora secreta abuelo?, dijo con inocencia la pelinegra.

Gokú, dijo orgulloso Bardock, mientras el mencionado solo se sonrojaba ante la ocurrencia de su familia.

¿Te trajo de nuevo ese jovencito Broly?, dijo Gine con una sonrisa, mientras Gokú miraba a la pelinegra atentamente para escuchar su respuesta.

Si tía, se ofreció a traerme, ya que Gokú termino sus clases antes no me pareció correcto hacerlo esperar una hora para que me recogiera dijo la bella pelinegra.

Pero yo no tengo problemas en esperarte, dijo Gokú sin darse cuenta de su reacción, mientras sus familiares lo miraban.

Entonces mañana le digo a Broly que ya no me traiga, dijo Milk con una dulce sonrisa.

Si es mejor así, dijo Gokú parándose de su asiento y yendo a su habitación.

Creo que se puso celoso, dijo Raditz.

Como se te ocurre decir eso Raditz, dijo molesta la pelinegra, yendo también a su habitación.

Ya hijo deja de molestarla, dijo Bardock.

Pero papá es obvio que ella......, decía Raditz.

Mira hijo lo que tenga que pasar pasara, están muy jóvenes déjalos que aprendan de sus errores, dijo Bardock.

Si yo opino lo mismo dijo el padre de la pelinegra.

Además querido hijo si ambos están destinados, por más errores que cometan en la vida terminaran juntos dijo Gine con una sonrisa.

Habitación de Gokú: 

El joven de cabello alborotado colocaba la tercera rosa que había recibido en esa semana en un florero, mientras pensaba ¿Quién eres?, ¿por qué no te muestras ante mí?, luego pensó en la joven pelinegra, que se abra creído el estúpido de Broly para coquetear con Milk, ella se merece alguien mejor que él, dijo el joven de cabello alborotado con cierta molestia en su voz, mientras se acostaba en su cama.

Habitación de Milk:

Creo que esta vez con esa tarjeta al menos le saque una pequeña sonrisa, escribía la jovencita en su diario.

En verdad abra sentido celos de mí, como dice Raditz, pensaba la pelinegra. No eso es imposible, el solo me ve como hermana y yo también tengo que verlo así aunque me duela, por ahora seguiré enviándole rosas hasta hacer que vuelva a tener esa hermosa sonrisa decía la jovencita mientras escribía en su diario.

Al día siguiente: "Universidad"

Tu cuarta rosa y tu segunda tarjeta en esta semana decía Krilin acercándose haber la tarjeta que abría Gokú.

"Eres la persona más maravillosa de este mundo, nunca lo olvides".

Igual que la anterior carta, no tenía remitente. ¿Quién crees que pueda ser Krilin?, dijo intrigado el joven de cabello alborotado.

Ya te di mis opciones, pero no tengo la seguridad de quien pueda ser, dijo el calvo.

Aula de Milk:

Te llevo preciosa, decía el rubio.

No, gracias Broly, Gokú me llevará dijo la pelinegra con una sonrisa.

Está bien, pero ¿podemos salir en la tarde?, dijo el joven.

Discúlpame pero no puedo quede con Dieciocho, dijo la joven apenada.

Esta, bien comprendo entonces lo dejamos para el fin de semana dijo Broly, acercándose a darle un beso en la mejilla, que fue interrumpido por Gokú.

Milk, vámonos te estoy esperando, dijo el joven de cabello alborotado con seriedad.

Hasta luego Broly, dijo la pelinegra saliendo tras Gokú.

Discúlpame no quería que te molestaras conmigo, lo que pasa es que....decía la pelinegra.

No te preocupes Milk, tú no tienes la culpa, sino el estúpido de Broly que no deja de molestarte, dijo molesto Gokú.

Por la tarde:

En una heladería dos bellas jóvenes se encontraban platicando:

¿Y eso me dijo Krilin?, decía la rubia.

Una admiradora secreta, dijo sonriendo la pelinegra mientras pensaba eso es lo que siempre he sido aunque él no se haya dado cuenta.

¿Tú no tienes idea de quien pueda ser?, dijo la rubia mirándola a los ojos.

No amiga, el tiene muchas admiradoras, dijo la pelinegra con nostalgia fingiendo desconocimiento.

Sí, pero esta es una admiradora especial, es la primera chica que le regala rosas a un hombre, es un detalle muy romántico a mi nunca se hubiese ocurrido darle rosas a Krilin para conquistarlo, dijo la rubia.

Pero tal vez ese no es su motivo, dijo nerviosa la pelinegra.

¿Entonces?, tu enviarías rosas alguien que te gusta no, ¿si no porque otro motivo se haría algo así?, dijo la rubia con una sonrisa al haber descubierto lo que ya imaginaba.

No también puede ser por hacer sentir bien a alguien dijo con nerviosismo la bella pelinegra.

Hay amiga no sé cuánto tiempo más quieras seguir escondiéndote, pero yo creo que está es tú oportunidad de conquistarlo, piénsalo un poco amiga, dijo la pelinegra.

¿Y porque estas afirmando que soy yo la de las rosas?, decía apenada la bella joven.

Porque tú eres la única chica que conozco que lleva años enamorada de él y que sería capaz de hacer algo tan romántico como eso, dijo la rubia, dejando sin opción de desmentir su afirmación a su pelinegra amiga que solo la miraba con timidez.