-Y observe sus ojos, aquellos ojos tan profundos y hermosos, y me entregue. Nos estábamos yendo directo al infierno, pero no me molestaría ser torturada eternamente si me encontraba a su lado.- La joven suspiro y termino de leer con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
Se sentía un poco extraña.
Vivir con tantos hombres tal vez no le hacía bien, después de todo ella era un mujer a pesar que todos eran su "familia".
Observó la ventana y como la luz de la luna se adentraba por esta iluminando su habitación.
En esos momentos realmente extrañaba a su madre.
-"Tengo miedo, no apagues las luces".- Recordaba cuando era pequeña y le temía a la oscuridad.
-"Mamá esta aquí, no temas".- Le dijo acariciando su cabello hasta que ella finalmente se durmió.
-"Aveces la oscuridad no es necesariamente mala".- Fue lo que le dijo una vez.
Aveces no lograba entender como sus padres habían logrado enamorarse.
¿Que era amar? ¿Ella algún día amaría a alguien?
Se recostó observando a la nada, la habitación solo estaba iluminada por la luz de la luna. Hace bastante que ya no le temía a la oscuridad, se había acostumbrado a ella, y hasta podría decir que se sentía mas segura en ella.
Recordó aquel suceso con el albino y no pudo evitar sonrojarse. Ella no era una chica que se caracterizaba por avergonzarse de sus actos.
Pero, eso, realmente había logrado que se sienta apenada.
Sintió la presencia de alguien mas en la habitación en inmediatamente lo reconoció.
-¿Que sucede Ryu?-Pregunto la mayor girando el rostro para divisar la sombra de su hermano sentado al otro lado de la cama.
-Dime Hikari-chan.- Habló este con un tono un poco raro.
Y es que Ryu también se sentía extraño. Era tal vez el mas afectado ante todos los acontecimientos que les habían sucedido.
-¿Alguna vez te enamoraste?- Pregunto sorprendiendo a la mayor.
El castaño observo la silueta de la mayor tendida sobre la cama, la luz de la luna iluminaba justo su rostro, y sus ojos verdes resplandecían como esmeraldas.
-No. Creo que nunca lo eh hecho.- Respondió esta al cabo de unos segundos en silenció.
Era mas que obvió que se sentía atraída por Subaru, pero, no se sentía como si estuviera enamorada, aunque nunca se había enamorado. Aquello era un poco contradictorio, pero, ella realmente pensaba que enamorarse era algo diferente.
Ryu suspiro, tal vez por alivio, o solo porque quería hacerlo.
-¿Ryu?- Hikari pronunció su nombre confundida cuando sintió como su hermano se sentaba sobre ella y la acorralaba.- ¿Quieres beber?- Pregunto, ya que aquella acción impulsiva no era algo normal en el castaño.
El usualmente le avisaría y luego bebería.
Aquella era la primera vez que el la tomaba por sorpresa.
-Quiero mas que eso.- Susurro el menor inclinándose.
Inhalo aquel aroma dulce en el cuello de su hermana y lamió su labio inferior con su lengua. Se inclino un poco mas y acerco su boca al cuello de la mayor.
Su lengua comenzó a deslizarse con lentitud de manera seductora.
Hikari estaba confundida ante aquella acción y al mismo tiempo sentía como aquella acción del menor cobraba efecto.
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La maldición Sakamaki./D.L/ pausada
FanfictionSi no has leído "Después de Yui", posiblemente no entiendas muchas cosas de esta historia ya que esta es la continuación, si quieres entenderla, te invito a leer el primer libro. Esta mas que claro que todos los personajes no me pertenec...