-Oh Romeo, oh Romeo ¿Donde estas que no te veo?.-
La voz de la joven sonaba con un tono dramático, entre sus manos tenía el famoso libro "Romeo y Julieta", intentando memorizar las líneas de este.
Frunció el ceño cuando no recibió respuesta de " Romeo".
-Aquí es cuando apareces.- Levantó una ceja y colocó ambas manos en su cintura con una tono de voz enojado.
-Oh Julieta oh Julieta, enséñame una teta.- Respondió el mayor con su característico tomó burlón. -Auch.- Se quejo cuando la menor le aventó el libro de tapa dura haciendo que este de estrellara contra su frente.
-Maldición donde esta Ryu, el si se toma las cosas enserio.- Se quejo tocándose el puente de la nariz frustrada.
-Se fue con sus amigos raros a una convención de esos dibujos raros.- Respondió el mayor encojiendose de hombros mientras se sobaba la zona donde el libro hacía chocado hace unos segundos.
-Se llama Anime, genio.- Lo corrigió la joven.- Practicaría con papá, pero el mas idiota que tu. No puedo practicar con Mamá, es una mujer y necesito meterme en el papel.- Pensó en voz alta.
El mayor observo el reloj que estaba colgado en la pared y abrió los ojos sorprendido.
De un momento a otro desapareció de la habitación y su hermana frunció el ceño confundida cuando volvió aparecer, pero esta vez con distinta ropa.
-Debo irme, tengo una cita con Annie.- Aviso el mayor con cierto tono de arrogancia y orgullo.- La chica mas linda de toda la escuela.- Acoto y la menor rodó los ojos.
La joven bufo, se abalanzo al sofá y quedo tendida a lo largo de este boca abajo.
-AHGG. Si no me aprendo esto no me darán el papel de Julieta.- Comenzó a patalear y golpear el sofá como una niña pequeña.
-Nos vemos, Hikari-chan.- Se despidió el mayor sin culpa alguna antes de desaparecer.
Suspiro, se volteo y clavo su mirada en el techo de la sala de estar.
Ella de verdad quería esa papel, pero nadie estaba interesado en ayudarla.
Se quedo en silenció por unos minutos.
Hasta que un fuerte dolor golpeo su garganta.
Se levanto de golpe y coloco ambas manos en su garganta con una expresión de dolor dibujada en su rostro.
Conocía ese dolor, ya lo había sentido antes, y sabía muy bien lo que venía.
(...)
-Ryu aquí esta el póster de Naruto que vimos en Internet.- El castaño fue arrastrado por su amigo hasta el puesto donde atendía un hombre de unos 25 años.
El menor sonrió de costado, había buscado ese póster durante mucho tiempo, y ahora podría comprarlo y pegarlo en su pared juntos a los otros.
Clavo su mirada en todos los objetos frente a el, Mangas, Posters, llaveros, pins, pero nada llamó mas su atención que aquel poster.
Se acerco al vendedor, pero cuando estaba dispuesto a hablar, un fuerte dolor golpeo su garganta y todos los aromas de los humanos a su alrededor comenzaron a torturarlo.
-Te-tengo que ir al baño.- Dijo y comenzó a correr antes de que su amigo lo detuviera.
No podía simplemente tele transportarse, no en un lugar con tantas personas donde lo podían ver.
Se encerró en un cubículo y coloco sus manos en su garganta con una expresión de dolor dibujada en su rostro tratando de contener los gemidos de dolor que amenazaban con salir de su boca.
Conocía ese dolor, ya lo había sentido antes, y sabía muy bien lo que venía.
(...)
El mayor veía como la rubia frente a el movía la boca sin parar, pero ninguna de las palabras que ella decía el entendía.
Su total atención estaba clavada en el escote de la joven frente a el.
No le importaba lo que ella tenía para decir, lo único que le gustaba de ella era su cuerpo.
-¿Me estas escuchando Asashi-kun?.- Pregunto la joven cuando noto que el no le prestaba ni la mas mínima atención.
-Si, claro que si. Cada palabra que dices es importante para mi.- Mintió a la perfección el joven con una sonrisa inocente dibujada en su rostro.
Ella se sonrojo notablemente y soltó un suspiro.
-Eres tan lindo, Asashi-kun.- Respondió la joven con la mirada perdida en el chico frente a ella.
El estaba por decir algo.
Entonces sintió como un gran dolor atacaba su garganta y se levanto exaltado.
-¿Te sientes bien, Asashi-kun?.- Pregunto la joven con preocupación.
-S-si, voy al baño.- Respondió el caminando apresurado hacia el baño del café donde estaban.
Se encerró en el cubículo y coloco ambas manos en su garganta con una expresión de dolor dibujada en su rostro.
Conocía ese dolor, ya lo había sentido antes, y sabía muy bien lo que venía.
Los tres hermanos gimieron de dolor y sintieron la boca seca.
Los tres se sentía deshidratados.
Entonces el dolor desapareció, una sonrisa se dibujo en el rostro de los tres y dijeron al mismo tiempo.
-Tengo sed.-
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La maldición Sakamaki./D.L/ pausada
Hayran KurguSi no has leído "Después de Yui", posiblemente no entiendas muchas cosas de esta historia ya que esta es la continuación, si quieres entenderla, te invito a leer el primer libro. Esta mas que claro que todos los personajes no me pertenec...