#1 MARCUS.

Capítulo 11

Te contaré deseos en tus labios,
el placer será mi arma para soñar, 
recorreré tu alma 
y secuestraré tu amor. 
No habrá rescate: 
sólo la pasión.

No puede ser...

Me levanto aun con la mente bloqueada y titubeando me acerco al niño, mi hermano. 

Demian, el abogado, a dicho que mi madre a muerto y eso es lo que me tiene más que bloqueada. La mujer que me abandonó hace diez años a muerto hace apenas dos días y me a dejado a mi hermano. Un hermano de verdad. Tengo un hermano menor, un hermano. Marcus a llamado y dijo que estaba a unas cuantas cuadras, pero quiero hablar con él. Demian dijo que le dicen Charlie de cariño, tiene diez años y que no habla mucho...no desde que lo conoce (hace un día).

Me acerco un metro más y él me mira. Desde aquí puedo notar sus ojos, son verdes. Me acerco más hasta sentarme junto a él y veo como sus pies cuelgan.

—¿Tú eres Miranda?

Pregunta apenas me siento. Su voz no es ni suave y mucho que menos chillona. Es un murmuro lo suficientemente alto para que lo escuche y ni me mira.

—Si... Y tu eres Charlie —lo miro con mis manos puestas en mi regazo.

Prácticamente estamos en la misma posición, las manos en el regazo, jorobados y con los pies cruzados, pero la diferencia es que mis pies están puestos sobre el piso y yo lo miro. 

—¿Cuantos años tienes? —pregunta y veo como juega con un hilo de su camisa.

—Dieciocho ¿y tu? —le pregunto y veo como sus hombros se elevan.

—Diez... ¿Por qué tus ojos son así?

Cuando me mira me sorprende el verde de sus ojos. Es un verde oliva suave y parece que tiene destellos miel.

—Es una enfermedad.

Oliver me dijo el nombre, pero lo he olvidado.

—¿Sabias que mamá no te quiso dejar?

Me descoloca por completo lo que dice y lo miro.

—¿De que hablas?

Nadie deja a un hijo porque si y ahora, diez años después, mi hermano menor, del que no sabía de su existencia, me dice que ella nunca me quiso dejar ¿Es una broma?

—Hace unos días me hablo de ti.

Lo miro con sorpresa y él solo me mira. Su cabello cobrizo esta lleno de pequeños rizos, su rostro no es redondo como el de los niños de su edad, su mandíbula es afilada, tiene unas cejas delgadas, una nariz pequeña, sus ojos son de tamaño normal y sus labios son de color también normal.

—Dijo que tenia una hermana, pero que vivías con nuestro papá...

Entonces somos hijos del mismo monstruo. Me hubiera encantado que él no llevará los genes de ese hombre, si pudiera, me drenaría la sangre para no tener la misma que él. Doy gracias que Marcus haya hecho el trato muy bien, él ya no podría ponerme un dedo encima y si lo hacía tendría una demanda de parte de mi querido señor Collins.