#1 MARCUS.

Capítulo 17

2005.

Horas, días, semanas, meses...

Verano de nuevo, faltan tres semanas para que cumplamos un año de matrimonio y no lo he visto desde navidad. 

¿Qué a ocurrido en todo este tiempo? Todo. 

Pase a otro año, comienzo prácticas apenas entremos a clases, el abuelo de Anna murió...un golpe duro para ambas y tratamos de llevar eso bien, Charlie sabe lo que sucede y no pregunta, se a peleado unas cinco veces con otros niños sin razón, Anna tiene casi todo listo para su boda en septiembre, mis supuestos amigos de la universidad siguen sueltos, sigo llorando y hace un mes tuve una visita inesperada. Fácil. Un abogado, el tal ¿Ferrer? Ha venido a hablar conmigo sobre el tema del divorcio, será como lo planeado, en dos años. No hice, nada, no me negué, no acepte y ni siquiera estuve presente cuando hablaba sobre todo. En febrero tuve otro aborto, nadie lo sabe y sigo con un nudo en la garganta por ello. Yo...lo extraño. Lo extraño muchísimo, pero no sé porque no lo busco, no sé porque no intento llamarlo. Marcus regresa en Octubre, a comienzos de esté y estoy deseosa de verlo.

Miro a través de la ventana como el jardinero planta rosas y suelto un suspiro mientras bajo la mirada a mi taza de té. El cumpleaños de Marcus fue en febrero, 6 de febrero, Charlie cumplió once años el 15 de marzo y mi cumpleaños es tres días antes de nuestro primer año de casados. Mentiría si digo que no lo extraño y que no quiero verlo. Fui una idiota al decirle todo aquello, fui demasiado estúpida y egoísta que solo pensé en mi y no en él que se preocupaba, me cuidaba y mimaba siempre. Lo arruiné y estoy pagando con el dolor de saber que no quiere saber de mi y si habrá divorcio.

-Miranda...

Ladeo la cabeza y me giro para sonreír. Anna niega con la cabeza y frunzo el ceño al ver que trae nuestras cosas.

-¿Por qué traes eso? -señalo las cosas y ella resopla.

-Estoy hasta los cuernos de verte así, hoy salimos con Charlie y no quiero escusas. Los dos necesitan aire -dice en tono molesto.

-Esta bien...

Dejo la taza a un lado y camino a la cocina para avisarle a Newton que saldré con Anna, él solo responde que tenga cuidado y le sonrío en forma de agradecimiento.

-¡Charlie!

Mi hermano baja las escaleras a brincos y lo regaño por eso. Él hace una mueca combinada con un puchero y le se ilumina el rostro al saber que saldremos. 

Hace semanas que no salimos de casa, además de que a sido castigo por pelearse y la señora del trabajo social vino hace unos días, lo hizo también hace dos meses y dice que todo esta perfecto. Claro, todo menos yo.

Me pongo el cinturón de seguridad mientras Anna maneja por el sendero y miro a Charlie para ver si también se lo a puesto. Me siento de nuevo bien y respiro hondo mientras miro al frente.

Desde enero tomo clases de piano y debo de presumir que soy buena. Francia me enseñó un poco, Jennifer también e incluso Oliver me ayudó a conseguir a quien me enseñara. Ellos no saben que Marcus y yo estamos más que peleados, Francia se fue feliz por haber pasado una navidad en "familia". De forma inconsciente llevo mi mano a mi cuello y tomo entre mis dedos la gema. Cuando mis anillos chocan con esta de forma leve se escucha un pequeño sonido, la verdad es que no me quito nada. Las perlas que me regaló las utilizo cuando Anna me invita a cenar, en un evento al que acompañe a la pareja (Armis y Anna) junto con Charlie y varias personas preguntaban si era mi hijo y el de Marcus, eso me afecto tanto que no quise volver a salir. No hasta ahora.