#1 MARCUS.

Capítulo 19

¿Por qué decimos que el amor no existe solo porque alguien nos rompió el corazón?¿Por qué decimos que el amor es una mierda cuando no es así? El amor si que existe y es una de las mejores cosas que puede existir.

Tomo la mano de Sky mientras caminamos por el aeropuerto y miro sobre mi hombro a Charlie que viene junto a Walter. Al levantar la mirada sonrío. Hay cartel enorme con el nombre de una mujer y tiene el dibujo de una familia. Estamos en el aeropuerto de Barcelona, si, por fin llego el día. Tengo entendido que Marcus esta en estos momentos entrando a una reunión, tuve que pedirle a Natalia que no le dijera nada de nada. Ella aceptó encantada de darle una sorpresa a su jefe. 

Vaya sorpresa se v a llevar.

-¿Por qué hemos venido?

Bajo la mirada hacia Sky y le abro la puerta.

-Hemos venido de visita, nos iremos mañana o cuando ustedes quieran. Podemos echarle un vistazo a la ciudad -le respondo y camino hacia el auto.

-¿Anna no vendrá?

Niego y la ayudo a subir al vehículo. Ayer Dania salió del hospital, esta mucho mejor y Sky esta feliz, más que feliz...Bueno, menos en el momento en el que tiene que tomar sus medicamentos. Oliver, de todos los estudios, dijo que tenía problemas de salud que se podrían poner feos si no le daba tratamiento y de inmediato acepte. No me gusta verla ingerir pastillas, pero es por su bien.

-¿A donde iremos, Señora Collins?

Miro a Walter y le paso un dulce a Charlie.

-¿Te podrías quedar con ellos por unos minutos? -el asiente y me inclino un poco hacia delante-. Entonces iremos a la empresa.

Con solo decir eso Walter se pone en marcha y pego a Sky a mi costado. Armis y Anna nos dejaron en la fila para el embarque después de unas cuantas bromas sobre mis nervios de nada. Si estoy nerviosa es porque luego de tantos meses sin verlo por fin hoy lo sorprenderé. No le diré nada sobre el bebé que perdí de nuevo, definitivamente no, si he venido a sido para arreglar las cosas y no para otra cosa.

-Los veo mas tarde.

Cierro la puerta detrás de mi y no comienzo a caminar hasta que el vehículo se va. Meto las manos a los bolsillos de mi falda mientras camino, varios pasan a mi lado hablando y riendo, pero no tengo ni la menor idea de lo que hablan. Me acerco a la recepción y le sonrío de forma amable a la chica. Le entiendo en la parte en la que me pide identificación. Vacilo un poco en si darle la que tiene mi nombre de soltera o casada, pero creo que es obvio. Saco lo primero que tengo a la mano, mi pasaporte, se lo tiendo y ella tras mirarlo se me queda viendo fijamente, casi con los ojos fuera de órbita.

—¿Señora Collins?

Asiento y ella toma el teléfono.

—Por favor, no lo llame —le pido y ella deja el teléfono lentamente—. Él no sabe que estoy aquí, es una...sorpresa.

La chica me sigue viendo. Lo sé, muy joven para ser esposa del jefe de tu jefe de tu jefe. Casi diecinueve años y ya estoy casada. Que sorpresa.

—De acuerdo...aquí está su pase.

Lo tomo y le sonrío para después echar a andar hacia el ascensor. 

¿Por qué estoy nerviosa? Es Marcus...puede que me mande a volar apenas me vea pero no me rendiré tan fácil, si tengo que amarrarlo a una silla para que me escuche lo haré. 

Oprimo el botón que dijo Armis en el que sería la junta y me pego a la pared del ascensor cuando otros más entran. Siento sus ojos sobre mi pero no los miro, tengo mejores cosas que pensar. Un ejemplo de lo que abarca mis pensamientos es Sky, no le diré a Marcus sobre ella, no hoy. Prefiero que cuando regrese a casa se enamore de esa dulce pelirroja de ojos saltones.