Capítulo 5

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Tengo las uñas clavadas en el reposa brazos y miro de reojo a Marcus dormir plácidamente. No sé cuánto tiempo llevamos de estar en el aire, pero rezo porque termine tan rápido como la boda. Tengo miedo de que el avión caiga y no sé si es estúpido o patético. Que maravilloso es esto...

Miro por la ventanilla donde se filtran apenas los primeros rayos de luz, aparto la cortina y tengo una mejor visión de las nubes. Según Marcus, el vuelo tardaría cerca de ocho horas, estamos viajando en su Jet privado y eso ahorraría cerca de tres horas o más de lo que normalmente se hace un vuelo normal (donde pagas por tu boleto) Pero aún no sé cómo serán estos ocho días en París con Marcus, cuando dije que era la ciudad del amor Marcus me gruño y dijo "estupideces"antes de seguir leyendo algo en su PC. Comprendí que a él no le agrada mucho que tuviera que venir con él, lo comprendo a la perfección, pero me estoy acostumbrado a su actitud de ogro. A pesar del poco, muy poco tiempo, que llevo de conocerlo me estoy acostumbrado a él. Me abruma la sola idea de que tenga que dormir con él en el hotel, ni de chiste pienso hacerlo.

Miro de nuevo por la ventanilla y suelto un suspiro de alivio al ver a París desde acá arriba, la luces están esparcidas por mucho metros (kilómetros). Todo parece apenas un punto a la distancia y miro con envidia como Marcus duerme sin notar al menos que estamos a nada de llegar por fin a tierra firme.

—Señora Collins...

Odio eso, lo de ser señora. 

Giro mi cabeza y veo a la azafata mirarme dudando, primero mira a mi adorado esposo y luego me mira de nuevo. La miro esperando y ella me sonríe apenas.

—Llegaremos en unos diez minutos y pedirle de favor que le pregunte al señor cuando quiere que regresemos por ustedes —dice con duda.

—Esta bien. Gracias.

Le sonrío y ella se va. Me desabrocho el cinturón y titubeando un poco me acerco a Marcus. Sus pestañas no son largas, pero sus rasgos se ven más relajados e incluso durmiendo parece que sonríe, porque sus labios están curvados un poco hacia arriba. Pero, vamos ¿cuantas veces lo he visto sonreír de verdad? ¿Dos? Y todas fueron burlándose de mi.
Estiro mi mano y sacudo levemente su hombro.

—Marcus, despierta —murmuro con suavidad y lo vuelvo a mover.

Pero lo único que hace es resoplar, se acurruca más en el asiento y sube la manta hasta sus hombros. Yo también resoplo y esta vez lo muevo con más fuerza.

—Despierta, ya llegamos —digo y lo zarandeo.

Marcus me gruñe y aparta mi mano de un manotazo. Abro los ojos con sorpresa ante su gesto y la irritación sube por todo mi sistema. Ahora veras...Doy media vuelta y de un par de zancadas tomo la hilera con las pinzas para agarrar el hielo. Miro a Marcus con los ojos achinados, aprieto los labios y golpeo de forma abrupta la hilera con las pinzas. El sonido es estridente y consigo lo que tenia en mente.

Marcus se levanta de un tirón, mientras que yo retrocedo un paso y reprimo una carcajada al ver como se golpea la cabeza con la pequeña tabla que esta sobre su cabeza. Él maldice y me río entre dientes, observo como sigue maldiciendo con ambas manos puestas en la zona donde se a dado tremendo golpe y al escucharme reír me lanza una mirada que me deja muda.

—¿Por qué carajos hiciste eso? —gruñe con los ojos lanzando fuego.

—Y-y-o...

Marcus me mira de una forma más que fría, esta lo que sigue de furioso.

—¿Tu qué? —pregunta de forma brusca.

Se me acerca un paso con los puños apretados y con los ojos lanzando dagas. Esto se me hace tan familiar que mi instinto es lanzarme hacia atrás mientras comienzo a temblar, pero mis piernas chocan con el asiento y caigo hacia atrás. Apenas estoy sobre éste me hago pequeña y cubro mi rostro con mis brazos. Todo mi cuerpo tiembla mientras espero el ataque, un leve sollozo se me escapa y las lagrimas queman mientras bajan de forma violenta por mis mejillas.

#1 MARCUS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora