Rubén (6)

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Yo seguía conduciendo sin ningún destino en mente. Clara había enterrado la cara entre las manos.

-La hemos cagado de verdad, Rubén.

Yo también había visto qué había ocurrido. A ver, era un riesgo que corríamos: que alguien nos viera juntos. Después de todo, esta ciudad no es tan grande y todos tenemos conocidos. Es cierto que a muchos de ellos ni les va ni les viene lo que hagamos, pero precisamente teníamos que cruzarnos con la mejor amiga de Clara, que ni siquiera sabe nada de lo nuestro.

-Aparca, por favor -me dijo, sin dejar de ocultar la cara entre las manos.

Llegamos a una zona de las afueras de la ciudad, con menos tráfico y más posibilidades de aparcar el coche. Detuve el motor y me quedé mirándola.

-¿Qué hacemos ahora?

-No lo sé.

-Era algo que podía pasar en cualquier momento.

-Ya lo sé, Rubén, pero... ¡Buf! Ahora voy a tener que contárselo todo...

-¿Y si le cuentas una excusa?

-¡Sí, claro, y se la va a creer! ¡No es tonta! ¡Además, seguro que me ha visto lo suficientemente asustada como para darse cuenta de que se trata de algo chungo!

Todo el calentón que teníamos se había ido al garete definitivamente. Apoyé la frente en el volante. El silencio se apoderó del coche.

En ese momento vibró el celular de Clara. Ella lo sacó de su bolsa y lo miró.

-Es Vero.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora