Estábamos en el cuarto de Ciara hablando del tema del nuevo orden mundial al que no fui invitado; pero ya estaba muy cansado, no había comido bien en todo el día y estaba desvelado, por lo que se me cerraban los ojos por si solos.
- Oye ¿te sientes bien? – Preguntó Ciara.
- sí, solo estoy un poco cansado – estaba panza abajo en su sofá.
- Pero apenas son las cinco de la mañana – dijo extrañada.
- Recuerda que te dije que antes el mundo dormía en la noche y vivía de día – actué de memorándum.
- oh es cierto... ¿quieres dormir? – arqueó una ceja.
- No, tengo que acostumbrarme a esto, debo aguantar para dormir durante el día como el resto de las personas.
- No seas tonto, porque acostumbrarte a esto si quieres volver a casa.
- Porque posiblemente no pueda regresar el tiempo – le hice saber mi punto de vista al respecto.
- Pues el tiempo tendrá que esperar, no quiero que mi nuevo huésped se enferme – Ahora si estaba actuando muy parecido a mi Ciara.
- ¡Me rehúso! – exclamé.
Después de eso, ya era de día y yo estaba en la cama de Ciara, me había quedado dormido, un poco desorientado miré su reloj despertador y ya eran las nueve de la mañana, me levanté y busqué con la mirada a Ciara en la habitación, pero no estaba. Bajé las escaleras al primer piso, amodorrado, y en la cocina estaban Ciara y sus padres en el comedor, rápidamente di un paso atrás, hacia las escaleras, esperando que no me hubiesen visto.
- Ven Daniel – escuché a Ciara, y después oí que se levantó de la mesa; así que esperé y ella llegó – ven, está todo bien.
- ¿Sólo así? – inquirí.
Entonces ella vino hacia a mí y me susurró:
- Bueno, le dije a mis padres que no puedes volver a casa porque tus padres te echaron y que te quedarías un tiempo, ya sabes a ellos ni siquiera les importa – lo dijo velozmente que apenas y logre entender.
- Oh... este... pues bueno – no tenía otra opción, pero me disgustaba mucho mentir, odiaba tener que mantener oculta la verdad y terminaba confesando.
- Anda vamos – me animó, me tomó de la muñeca y me arrastró a la cocina.
- Buenos días – tuve que decir, pero no obtuve respuesta.
- Solo siéntate, ya te sirvo - me dijo Ciara amable; nunca me sentí más incómodo con los Lovo.
- Puedes estar aquí sin ningún problema – me dijo el señor Rubén monótono – siempre y cuando no hagas nada ilegal.
- ...Gracias – supongo que debía agradecer eso.
- De nada – lo dijo de mal modo.
Ciara me sirvió un plato con un trozo de carne, ensalada y algo de sopa seca, esperé a que ella se volviera a sentar para empezar a comer... debía sacar todos los modales que recordaba, estaba bajo mucha presión. Hasta que los papás de Ciara se levantaron y la señora Tania le dijo a Ciara que no se durmiera tarde; yo recién también acababa de comer y me levanté a lavar el traste.
- ¿Por qué haces eso?, mételo al lava-vajillas – rió.
- Oh – reí también – perdón, es que no estoy acostumbrado.
- Yo no podría vivir sin ello – sonrió.
- Bueno, uno puede acostumbrarse más fácil a la buena vida – dije metiendo mi traste en el aparato.
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Con la misma silueta.
FantasyEs acerca de Daniel, un chico que vive con su madre en las orillas de un bosque profundo. La historia nos relata la forma en que la vida de una persona puede transformarse en otra completamente diferente, pero con la misma silueta; descubre como Dan...