Habían pasado un par de días luego de la aventura que tuvo en el club; fue algo sensacional, pero él lo mantenía en secreto, al igual que lo de Max. Secretamente, estaba participando con un grupo de música romántica llamada Los cazadores, y Yans era el único del ministerio de alabanza que conocía este secreto, pero para evitar inconvenientes, prefería quedarse callado y ser prudente con respecto al asunto; sabía que ese no era su problema.
Algunos chicos del ministerio decidieron tener un día de paseo en el parque, y como Yans era parte del grupo, también fue. Solo algunos chicos habían asistido, ya que, Pablito y Louis por cuestiones de trabajo y estudio no pudieron ir, pero el resto fue.
Yans tenía una camiseta blanca con un mono color negro, y unos zapatos deportivos; Walter cargaba una camiseta de los Lakers con un mono purpura y unos zapatos deportivos blancos; también tenía el cabello recogido y no tenía los lentes puesto. En cambio Alex tenía una camiseta azul con una bermuda deportiva y unas All Star negras. Frank tenía una gorra negra puesta al revés, con unas gafas de sol y una camiseta gris con un Jean algo roto por las rodillas. Melissa tenía un chándal vinotinto y el cabello recogido (Para Yans lucía hermosa), y Lucy cargaba una franelilla deportiva color verde fosforescente con un mono negro con rayas del mismo color que la franelilla.
Max estaba retrasado, pero luego de que pasó unos treinta minutos por fin había llegado y ubicó el bohío donde ellos estaban.
– ¡Hola chicos! – Dijo Max secándose el sudor de la frente –. Disculpen la tardanza, me costó encontrar el bohío en donde estaban.
– Si claro – Comentó Lucy con voz sarcástica –. Te dijimos más o menos donde íbamos a estar.
– Bueno – Respondió Max tratando de pasar el tema –, lo importante es que ya llegué, y traje algunos bocadillos para comer más tarde.
– Espero que hayas traído el balón – Le dijo Frank.
– ¡Claro! – Le aseguró Max sacándolo del bolso que había traído – ¡Aquí está!
– ¡Por fin! – Exclamó Walter –. Hemos estado esperando que nos trajeras ese balón... mientras esperamos, tuvimos que escuchar todo este tiempo al aburrido de Alex tocando la guitarra.
– ¡Oye! – Saltó Alex algo picado –. Entonces para qué me hicieron traer una guitarra.
– Es broma – Le dijo Walter –. Vaya, te picas rápido.
– Bueno, ¡Vayamos a jugar! – Dijo Frank.
– Pero – Dijo Max –. Tienen que esperar a que me cambie.
– ¡Pero hazlo rápido! – Le gritó Lucy.
Max empieza a sacar de su bolso la ropa que se iba a poner. Se puso una camiseta verde y un short blanco.
– ¡Estoy listo! – Dijo Max con entusiasmo.
– Un momento – Le dijo Walter haciéndole con la mano una señal de que se aguantase –. Tenemos que espera a Yans, creo que fue al baño.
– ¡¿Qué?! – Exclamó Max con indignación –. ¿Para qué lo invitaron?
– Recuerda que él está integrándose al grupo – Le comentó Frank.
– Está bien, como sea – Asintió –. Pero espero que no nos eche a perder la tarde.
– Ay vamos – Dijo Melissa –. No seas así; no es mal chico, además, yo creo que será de gran ayuda al ministerio.
– ¡Bueno ya! No quiero que me llenen de sermones.
– Creo que por allá viene – Observó Walter, y le hace una señal con la mano para se diera prisa.
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El Joven talentoso (Novela Juvenil Cristiana).
Novela JuvenilSe dice que los seres humanos tenemos una inherente habilidad especial para destacarnos en ciertas partes de nuestra vida cotidiana, dichas habilidades especiales pueden heredarse de algún familiar o simplemente algo que nuestro padre Dios nos haya...