Yans estaba recordando todo estos momentos y sin darse cuenta se quedó dormido. Aún en sus sueños recordaba a Jimmy, Emma y el señor William. De pronto despertó a las 04:00 am. Y se preguntó en sí...
– ¿William es el papá de Max? – Dijo en el silencio de su habitación.
Sin embargo, a él le pareció una tontería y volvió a recostar su cabeza sobre la almohada. Pero pasaban los minutos y Yans no podía concebir el sueño, la idea de que William fuera el padre de Max no se le despegaba de la cabeza, y cada vez los pensamientos eran más.
Pasó una hora y media y él no pudo dormir nada, no podía sacarse de la mente lo de William, era algo que no podía dejar de pensar. Solo había una forma de averiguarlo, y era viajando a la ciudad donde él vivía antes con su madre y buscar al tal William para preguntarle.
¿Viajar tan lejos solo para preguntarle a un desconocido si era padre de un chico que le había hecho mucho daño? La idea era una locura. Yans tenía mucha curiosidad, quería encontrarse con aquel extraño señor que le había dicho que su forma de pensar era lo que lo mantenía frustrado, e inconscientemente se daba cuenta de que William acertó. Él se veía como un bueno para nada, y como nada le salía bien, pensaba que no tenía talento alguno. Nadie lo felicitaba ni le reconocía el trabajo que hacía. Eso generó en Yans una gran falta de aprobación, estaba simplemente frustrado de hacer algo y que no le saliera bien, ni que nadie le diera un apoyo, y cuando quería hacer algo su mente le decía: « ¿Para qué harás esto? De seguro lo harás mal como siempre; además, nadie te apoya ». Su mente se programó para eso. De igual manera sucedió cuando estaba presentando en el curso de la academia de música con el profesor Isaac, lo quería sorprender y quería demostrar que sí tenía talento para algo, pero había vuelto a fracasar, y para hacerlo más duro, las crudas palabras de Isaac las cuales fueron: «Usted no tiene talento para la música». Pero el cambio vino cuando Yans entendió que no necesitaba la aprobación de Isaac ni la de nadie para aprender música, solo necesitaba esforzase y ser valiente (Josué 1:9), porque todo lo podía en Cristo que lo fortalece (Filipenses 4:13). La única aprobación que necesitaba era la de Dios. Él empezó a darse cuenta que a pesar de que nadie le reconocía nada, Dios seguía allí, dándole apoyo porque lo creo para grandes cosas, y su antigua mentalidad fue desapareciendo, y una nueva y renovada forma de pensar nació en Yans Minner.
Ir hacia donde estaba William y preguntarle si era el padre de Max era muy arriesgado y una idea muy absurda, pero nada perdía Yans con intentarlo. Se imaginaba todo lo que solucionaría ante esta verdad.
Yans quería hacerle bien a Max sin importar lo que haya hecho, sobretodo porque él sabía lo difícil que era vivir sabiendo que su padre lo haya abandonado, y pensando en todo esto tomó la decisión de regresar a la ciudad donde se encontraba William.
Muchos iban a decir que era una locura esto de regresar, por eso Yans prefirió guardarlo en secreto. Llamó a su jefe y le pidió que le dejara la semana libre porque tenía un viaje importante que hacer, y por motivos extraños, el señor Javier le dio la semana a Yans sin objeción alguna.
En aquella ciudad donde él vivía antes con su mamá, también se encontraba uno de sus tíos, la cual lo llamaría para decirle que iba a quedarse unos días en aquella ciudad. Ya tenía todo listo, solo faltaba empacar y comprar el pasaje para salir, no había tiempo que perder, así que Yans decidió viajar ese mismo día.
Siendo ya las 11:45 am. La abuela observó en la habitación de Yans una maleta y un bolso. Ella empezó a preocuparse porque pensó que su nieto estaba de malas y que había tomado la decisión de irse a vivir a otro lado, y viendo que la semana pasada había estado de muy mal humor por todo lo que le ocurrió, estaba más que segura de que Yans iba a marcharse.
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El Joven talentoso (Novela Juvenil Cristiana).
Teen FictionSe dice que los seres humanos tenemos una inherente habilidad especial para destacarnos en ciertas partes de nuestra vida cotidiana, dichas habilidades especiales pueden heredarse de algún familiar o simplemente algo que nuestro padre Dios nos haya...