Pasaban los días pero Yans no superaba lo que le hicieron; también le dolía más no poder estar con Melissa, a pesar de que la amaba mucho. Tampoco le hablaba a sus compañeros de grupo, pues, se sentía solo, así como se sentía cuando era un frustrado que vivía con su mamá. Era mucha impotencia que le daba, y de repente, tenía un profundo deseo de vengarse de Max y de Kendrix, porque ellos eran los responsables del desastre que ocurrió.
Siendo ya domingo, él no tenía muchas ganas de ir a la iglesia, pero la abuela le dijo que no importa si las situaciones no sean las mejores, a Dios hay que buscarlo en las buenas y en las malas. Cuando escuchó esto, él supo que no era conveniente dejar de ir a la iglesia y escuchar la palabra, pues, él quería seguir siéndole fiel a Dios.
Llegando Yans a la iglesia el pastor empieza a dar su sermón y predicó sobre la venganza:
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al malo: antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte en pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y también a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, vé con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Mateo 5:38– 42 RVR. 1960."
En medio de la prédica, el Pastor añadió otra cita; está hizo reflexionar a Yans.
"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. Mateo 5:43– 44 RVR. 1960."
El señor Jesús hablaba en su palabra sobre amar a aquellas personas que nos hacen nuestra vida imposible; y poco a poco esas ganas de vengarse de sus "enemigos" fueron disminuyendo. Yans se cansó de tener una relación tan difícil con Max y pensó que si dejaban esas diferencias y se hacían amigos sería mucho mejor para él y para el ministerio. Max había retomado el teclado en el ministerio de alabanzas ya que Yans no les hablaba a los chicos.
¿Por qué desperdiciar esa gran amistad que había hecho con ellos? Era mejor tragarse su orgullo y acercarse a los chicos para pedirles perdón. Así fue, cuando terminó el Pastor la prédica, los chicos empezaron a recoger los instrumentos y él sube hacia el altar para poder hablar con ellos.
A Pablito le pidió perdón por abandonar a Melissa y dejar que se fuera con Kendrix, a pesar de que esto le producía un sabor amargo a Yans y que él sabía que no era su culpa que Melissa y Kendrix se fugaran. Pero Yans asumió toda la culpa y Pablito lo perdonó. De igual manera se dirigió a Walter, Alex y Lucy para arreglar las cosas y poder conservar esa gran amistad que tenían. Walter y Alex sin ninguna clase de rencilla, lo perdonaron y le dieron un abrazo.
Louis lo observó de lejos y esbozó una sonrisa. Se sentía orgulloso de Yans, sabía que había un gran potencial en él y que su temor a Dios lo iba a llevar lejos.
Melissa no se encontraba en la iglesia. Por la cabeza de Yans pasaban dos argumentos que respondieran el porqué de la ausencia de ella; la primera era que quizás Pablito la haya castigado sin salir para ningún lado, la segunda era que simplemente se haya ido con Kendrix para otro lugar. Se le revolvía el estómago a Yans cuando pensaba en esto, y prefería no preguntarle a Pablito nada al respecto.
– Buen trabajo – Musitó Louis que se encontraba atrás de Yans mientras éste hablaba con los chicos ya saliendo de la iglesia.
– ¡Louis! – Dijo Yans algo desprevenido.
– Me alegra que hayas solucionado las cosas con los chicos – Dijo –. Realmente eres parte de nuestro ministerio, y eres importante para nosotros.
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El Joven talentoso (Novela Juvenil Cristiana).
Teen FictionSe dice que los seres humanos tenemos una inherente habilidad especial para destacarnos en ciertas partes de nuestra vida cotidiana, dichas habilidades especiales pueden heredarse de algún familiar o simplemente algo que nuestro padre Dios nos haya...