Al día siguiente, a las 10:00 am. Tocaban la puerta del apartamento de Kendrix. Cuando él se apresuró en abrir, era Melissa quien estaba del otro lado. Solo se escuchó el fuerte impacto entre su palma y su mejilla de la fuerte cachetada.
– ¡¿Qué te pasa?! – Exclamó Kendrix acariciando su enrojecida mejilla.
– ¿Por qué me has mentido? – Le espetó – Te has robado la canción de mi amigo Yans y la hiciste pasar por tuya. Me has mentido de una manera muy cruel.
– Cálmate – Dijo él, algo perplejo y petrificado por el inesperado impacto –. Puedo explicarte.
– No me expliques nada – Espetó –. Ya sé toda la verdad, y no soy una niña ingenua, no me engañarás otra vez.
– No fue mi idea lo de la canción – Le estaba explicando mientras la calmaba –. Los cazadores me habían dicho que la canción era de ellos y que me la podía quedar para dedicártela.
– ¿Y por qué debo creerte?
– Melissa... está bien, fue mi error hacer eso; pero lo hice porque te amo, y quería conquistarte otra vez.
– Podías conquistarme siendo sincero – Le dijo bajando el tono de voz y relajando los tensos músculos de su cara –. Pensé que eras diferente, por eso te quería tanto, pero me has decepcionado, así que digas lo que digas no me vas a convencer.
– ¡No te vayas! ¡Espera! – Le dijo tomando de su brazo, pero ella se soltó de un tirón.
– Espero que busques a Dios, y que sea Él presentándote una chica que te haga cambiar – Le dijo esto y se retiró.
De pronto salió Max con un pijama, con unas pantuflas y un gorrito de noche, restregándose los ojos con las manos. Pues estos últimos días, Max estaba durmiendo en el apartamento de Kendrix.
– ¿Por qué tanto escándalo? – Dijo Max bostezando.
– ¡Tú! – Kendrix lo tomó por el pijama y lo estrelló contra la pared.
– ¡Suéltame! – Exclamó tratando de zafarse de él.
– ¡Todo esto es tú culpa! – Dijo alzando la voz, con la rabia reflejada claramente en su cara – El trato era que tú ibas a tener tu venganza y yo iba a quedarme con Melissa, ahora ella me bota como si fuera una basura.
– Deja tu drama – Le espetó y le dio un empujón para quitárselo de encima –. ¿Por qué lloras tanto por Melissa?, no la necesitas. Ahora serás famoso con los cazadores y tendrás todas las mujeres que se te dé la gana.
– Te voy a... – Kendrix se tranquilizó y le frunció el ceño – Vete al diablo Max – Le espetó y tomó las llaves de la camioneta.
– Agradece que te estoy haciendo compañía – Le dijo con un tono gracioso.
– Me voy a tomar algo – Le dijo.
– ¿Tan temprano?
– Me da igual – Le espetó –. No estoy de humor para aguantar tus bromas pesadas.
De un portazo Kendrix bajó del edificio y se fue en su camioneta a hacer cualquier cosa que le quitara la rabia.
Luego de esta situación, Melissa fue a la tienda de música para buscar a Yans, pero se lleva la sorpresa de que no se encontraba, y según lo que le había dicho Carolina, se había ido de viaje. La otra opción que tenía era la abuela. Ella fue hasta su casa para hablarle y preguntarle dónde estaba Yans y cuándo regresaría.
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El Joven talentoso (Novela Juvenil Cristiana).
Ficção AdolescenteSe dice que los seres humanos tenemos una inherente habilidad especial para destacarnos en ciertas partes de nuestra vida cotidiana, dichas habilidades especiales pueden heredarse de algún familiar o simplemente algo que nuestro padre Dios nos haya...