Capitulo 3

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Estoy camino a la universidad, sonara raro pero amo estar en mi facultad con mis amigos, no se que tan nerd suene esto pero es cierto siento que hay tanto por aprender y tan poco tiempo, me gusta cómo se escucha, quizás un día lo imprima en una camiseta.

- Tanto que aprender y tan poco tiempo- lo digo en voz alta, en seguida me doy cuanta de que estoy hablando sola en el autobús, volteo a ver si alguien me ve raro, por suerte ademas del conductor solo estoy yo sentada casi a la mitad y claro la pareja del fondo que no ha dejado de manosearse desde que subieron, no me estorba el amor pero podrían buscar un lugar algo mas privado, en fin trato de ignorarlos.

Vuelvo mi vista a la ventana, hace un rato que dejamos atrás los edificios grandes de la ciudad y ahora solo veo algunos peñascos, arboles en cantidad y montañas a lo lejos, esta vista me relaja mucho. Creo que fue una gran idea construir la universidad alejada de todo el bullicio y ajetreo que implica una ciudad, claro hay desventajas, como que solo veo a Treena en las vacaciones y algunos fines de semana cuando puedo hacer los deberes en casa, es posible viajar diario pero implica un gasto innecesario tanto de dinero como de tiempo, son mas de dos horas en autobús para llegar al centro de la ciudad y otra para llegar hasta mi vecindario, así que me quedo en las habitaciones disponibles para estudiantes de mi facultad, solo incrementa mi matricula en un 20% y la beca lo cubre. El pensar en eso me hace recordar que no tendría por que aplicar a una beca, que podría ir y volver si preocuparme por dinero si no hubiera sido tan débil, tan ingenua, tan.. tan estupida.

-Si soy estúpida! - dije negando con la cabeza, me duele pensar en ello.
- No dije que fueras estúpida, dije que esta es tu parada- dice una voz ronca puedo percibir un tono de diversión en ella.
- Si, lo se, disculpe- digo, al mismo tiempo que siento mi rostro caliente, tomo mi mochila y una pequeña maleta con rueditas, ambas marca JeanSport- Gracias- le digo con una sonrisa mas de vergüenza que de gratitud.
Nota mental: No perderme en mis pensamientos.

Por fin, estoy frente a la entrada, son dos rejas enormes y dentro pueden verse un conjunto de edificios con fachadas barrocas pero bien conservadas, entre árboles y veredas de ladrillo.

- ¿Que haces viendo la entrada embobada?, ni que fuera un chico - escucho una risa que más que divertida, es diabólica.

Volteo, y allí esta, una camioneta acaba de arrancar detrás de ella, debe ser su nuevo chofer, es bajita cabello largo, en estas vacaciones se hizo las californianas, le quedan bien, siempre he pensado que parece coreana por su tono de piel y ojos rasgados pero grandes a la vez, es muy linda y algo enojona, somos amigas desde niñas, la adoro.

- ¡Cloey!- digo mas fuerte de lo que queria- ven acá y dame un abrazo - intento abrazarla a sabiendas de que ella lo esquivara, solo me abraza en Navidad y mi cumpleaños - Vamos, se que me extrañaste.

- De que hablas te vi el sábado, vas a entrar o seguirás admirando los portones.- dice mientras pasa a mi lado y me deja atrás.

- Hey, esperame.- corro unos cuantos pasos, y entramos juntas.

Siempre Has Sido TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora