Capitulo 21

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POV Alexandra

-Encuentro sanidad... - me despierta la melodía de mi alarma en el celular; 10 de la mañana; respiro profundamente mientras cierro mis ojos y tengo una lucha interna donde mi mente dice: Despiértate y mi cuerpo: Duerme

Tomo una gran bocanada de aire nuevamente y recuerdo el motivo por el que esa alarma esta puesta; mañana regresaremos a la escuela y debíamos normalizar nuestro horario de sueño, además que Darón me dijo para hoy llevar a Gabriela a ver un lugar que conocemos desde niñas y ayudarla recordar

Ñaaaahhhh si sigo durmiendo y me despierto a las 1 de las tarde nos quedará tiempo.

Me auto-asiento con una sonrisa cansada y vuelvo a tratar de conciliar el sueño cuando de repente algo se me vino a la mente "Hoy debo enseñarle a orar a Gabriela". Frente a ese recordatorio abro mis ojos de golpe, se me había olvidado.

Pero puedo dormir más ¿No?...

En realidad no, ya que mis padres vienen a las 12 y se van a las 1:30 y la idea es orar apenas despertemos, además que de seguro nos tardaremos mucho...

Después de esa discusión mental conmigo misma, suspiro y me paso la mano por la cara; tengo que despertarme; miro a mi lado y Gabriela está durmiendo boca abajo con cada una de sus extremidades esparcidas por la cama; me levanto quedado sentada y la observo buscando alguna manera de despertarla hasta que me doy cuenta que duerme con la boca abierta y esta botando baba...

¿Qué rayos?

Hago una mueca de asco.

Esa almohada es mía... Bueno, no importa después le cambio la funda.

-Gabriela despierta- le muevo el brazo con algo de fuerza y como he aprendido a lo largo de los años, efectivamente esa es la mejor forma de despertarla. No tardó mucho despertarse y comenzar a moverse.

-Mmmmm, hola – dice al verme con los ojos algo rojos y uno más cerrado que el otro; en realidad lo comprendo, nos acostamos a las 4 de la mañana.

Le sonrió levemente mientras siento cómo uno de mis ojos se cierra más que él otro debido al sueño – Vamos, levántate, vamos a orar.

Ella cierra sus ojos mientras sonríe con cansancio – Esta bien – dice para de un impulso sentarse y luego de otro levantarse completamente, para después de un gran bostezo dirigirse al baño.

(...)

-Bueno, normalmente en la mañana pido de manera más específica, pido por lo que me preocupe, por lo que quiero que me pase en el día, lo que necesito o por lo que otras personas quieren o necesitan. Al principio de seguro te costará durar tiempo orando, pero así normalmente comenzamos, primero 5 minutos luego 10 e incluso quizás hasta una hora, pero eso lo da la práctica y cuando uno se va soltando, cuando aprendemos todo lo que podemos pedir, agradecer o simplemente hablar; cuando uno se da cuenta de ello, una hora puede parecer poco – le digo y ella asiente procesando todo – Ven – Me levanto de la cama agarro dos almohadas y las coloco en el piso justo al lado de la cama. Me arrodillo en una de ella y le indico que haga lo mismo en la otra, me mira un poco extrañada pero lo hace – A Dios le gusta que hablemos con él arrodillados, es un forma tanto de respeto como de mostrarle que sin él no somos nada, nos humillamos a solas frente a él y el nos exalta fuera frente al mundo – frunce el ceño mientras piensa y asiente dudosa.

¿De verdad esta comprendiendo todo lo que le he dicho?

Bueno, supongo que hace el intento de entender pero hay cosas que le parecen extrañas; pero bueno, ella ya comprenderá cuando lo viva y experimente todo lo que le he dicho.

La vida de un CristianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora