Capitulo 3

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Sonó el despertador: 5:45 de la mañana y Alexandra se despierta con una sonrisa en su rostro.

Se levantó y fue al baño a orar (ese era "su lugar secreto"). Al terminar, se preparó para ir a la escuela como de costumbre.

Mmmmm... ¿Cómo se podría explicar cómo se siente?...

Contenta... MUY contenta...

Ella no era tonta, sabía que él correspondía sus sentimientos; ayer se lo había demostrado, por lo que la emoción de ser correspondida finalmente no podía faltar.

(...)

- Toma – una de sus compañeras le extiende un sobre

- ¿Qué es? – pregunto extrañada agarrándolo

- Solo léela - dijo cortante para luego irse, dejando a Alexandra con una gran incógnita, pero, sabía cómo responderla.

Vio el sobre con el ceño fruncido y se dirigió al banco más cercano a unos 2 m de allí; se sentó y lo observó con más cuidado, por todos sus ángulos, pero al no encontrarle nada raro lo abrió y sacó una nota que había en el interior

Alex, te veo en el segundo receso cerca de la estatua...

MAX

Al leerlo, una gran emoción la invadió por lo que comenzó a brincar y a correr entusiasmada en busca de sus amigas.

En eso divisó a Maximiliano hablando con uno de sus amigos; sonrió abiertamente; corrió aél y cuando ya estaba cerca, caminó sigilosamente y tapó sus ojos.

Maximiliano sonrió

Tomó sus manos con delicadeza por lo que ella relajo su agarré y sonrió tontamente; él quito sus manos, se volteó y la observo.

¿Las miradas dicen más que mil palabras?

Para estos chicos si... No era necesario decirlo para saber que estaban esperando este momento desde hace mucho, no era necesario decirlo para saber que estar con el otro los hacía verdaderamente feliz, no era necesario decirlo para saber que verdaderamente se amaban...

- Y... – comenzó a jugar con sus manos - ¿qué me quieres decir en el segundo receso?

Maximiliano ladeo un tanto la cabeza confundido - ¿De qué hablas?

Lo miró extrañada- Lo que me mandaste en la carta – al ver que no cambiaba su expresión sacó la carta y se la entregó.

Él frunció el seño al verla, la tomo y leyó lo que estaba escrito- Yo no te mandé esta carta

-¿No es tuya?

- No - dejó de ver la carta - ni siquiera es mi letra ¿Quién te la dio?

- Aura - hizo una pausa - entonces, ¿de quién es?

Pensó un poco- No lo sé... creo que te quería tender una trampa

- ¿Una trampa? ¿A mí? ¿Por qué? – preguntó rápidamente preocupada, esto era muy inusual,  extremadamente inusual; como todos, ella tenía conocimiento que habían personas a las que no le agradaba pero no a tal punto de querer hacerle daño.

Mmmm... -Maximiliano miró al cielo pensativo– ¿Le hiciste algo?

- No – responde rápidamente pero hace una pausa para pensar más detenidamente- no que me recuerde.

- Mmmmm ¿y qué piensas hacer? – preguntó preocupado.

Alexandra piensa unos segundos, para finalmente responder con seriedad - Ir, quiero saber quién y por que la mando.

La vida de un CristianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora