Lo que quieras... (Ziall, Larry) Retomada después de años de desaparición

Capitulo 3: En otra parte del comedor...

Pov's XXX

¿Por qué todo lo malo me pasa a mi? ¿por qué tenía que encontrarme lo justo ahora? sufrí tanto por él, lloré tanto por él y ¿él? él ni siquiera se acuerda de mi. 

Mi nombre es Louis Tomlinson, soy gay y estoy enamorado de mi nuevo compañero. Bueno, no precisamente enamorado —Bitch please—decía mi conciencia. Lo admito, sí estoy enamorado y ya van a ser 6 o 7 años, pero no pensé que lo volvería ver, aún recuerdo cómo comenzó todo:

Flashback:

En esa entonces yo tenía 10 años, salí a dar una vuelta por el vecindario, al parecer una hormiga cabezona quería hacerme una broma porque sin saber cómo; me caí de la bici y me golpeé muy fuerte. Mis rodillas todas raspadas, me dolía el tobillo izquierdo y estaba muy sucio, a penas me podía parar y ,como un rayo de luz, entró él en mi vida. Parecía de mi edad y podía distinguir la preocupación en sus ojos al verme.

Se acercó lenta y sigilosamente hacia mi, sacó de su bolsillo una bandita y con mucho cuidado, retirando el papel, la pegó delicadamente en mi rodilla. Me extendió la mano y yo aún sin entender nada la tomé. Imagino que esa sonrisa fue la culpable. Terminó cargándome en su espalda, ni sé de dónde había sacado tanta fuerza, lo único que supe fue que esos brillantes ojos color esmeralda me habían atrapado para siempre y que jamás -aunque perdiera la memoria- me olvidaría de su nombre; Harry. Al llegar a mi casa, mi madre lo recibió con gusto, le invitó a tomar el té -como buena inglesa que es- Harry aceptó, pero pidió de favor nuestro teléfono, quería llamar a su madre y avisarle para que no se preocupase. Durante la cena descubrí que era nuestro nuevo vecino trasero y que tenía mi misma edad, después de todo nos hicimos grandes amigos, acordamos salir todos los días a la misma hora (como eso de las 3:30 de la tarde).
 Fue el mejor verano que puedo recordar. Y así pasaron los días, entre risas y aventuras. No   logro darme cuenta de cuál fue el momento exacto donde supe que estaba enamorando, Yo era sólo un niño, tenía miedo de que esto fuera incorrecto, sabía de alguna forma que estos nuevos sentimientos (aunque hermosos) estaban mal, sabía que estaba prohibido pero nada, absolutamente nada me quitaba las ganas de besar lo cada vez que lo veía. 

Entonces me decidí. 

Un día cualquier nos fuimos a jugar al bosque que estaba cerca, subimos las ramas de un manzanero -nuestro manzanero- como solíamos hacer para poder observar la ciudad desde la altura. Él estaba medio distraído -como siempre- y a mi me encantaba mirar la expresión que tenía, siempre me preguntaba en qué estaría pensando. En ése instante y con mucho temor le tomé la cara, todo de manera muy lenta y suave, enmarcando su rostro con mis manos, miré esos ojos esmeralda;

Le robé un beso, nuestro primer beso.

 Nos separamos un poco, Harry estaba como un tomate. A mi me sudaba todo el cuerpo, el corazón me pegaba con fuerza desde dentro, sentía un diluvio en las manos y esa agua quedà en sus mejillas. Tenía la respiración agitada, el sol comenzó a descender. Él, algo asustado, me miró a los ojos y me besó nuevamente. Sus rosados y suaves labios sobre los míos, comenzó a mover los brazos y los llevó hasta mi nuca, yo lo apegué más a mi, y llevé mis manos a su cintura  abrazándolo. Dios, ese fue uno de los mejores días de mi vida. La sensación de calidez que recorría todo mi cuerpo, ese tornado que se había formado en mi estomago y ese constante e incómodamente agradable hormigueo que sentía a la vez . No sabía que era, pero quería probar más, quería más de Harry,más de eso. Nos separamos, él se bajó primero del árbol y esperó a que yo bajara. Caí junto a él, le miré e intente hablar, pero él solo me calló. 

- Shhh... Calla. Ahora serás mi boobear y yo seré tu Hazza. Dijo para luego tomarme la mano y mirarme a los ojos. 

Yo miré hacia abajo, era más alto que él. Penetré sus ojos. 

-Claro que sí Hazza mío. Dije y sonreí, él también lo hizo. 

Había oscurecido y nos dirigimos a nuestras respectivas casas. Subí a mi habitación después de cenar y miré por la ventana. Me encontré con una brillante mirada esmeralda que me observaba desde la otra punta. Le sonreí nuevamente.
Puso un papel en la ventana: 

"De esto a nadie, Ok?. Será nuestro pequeño secreto. Te quiero<3" 

Yo también . Respondí, haciendo ademanes con mis manos.  Se alejó de la ventana, me dispuse a dormir. Me puse la pijama celeste con nubes blancas y me tumbé en la cama. Miraba el techo y pensé en la realidad ¿Esto está bien? ¿Por qué Harry me besó?, ¿Me quiere como yo a él? ¿Lo habrá hecho para no perder nuestra amistad? no creo que él sea ése tipo de persona, creo conocerlo pero aún así, hay tantas cosas que desconozco...  sabía que estas preguntas no tendrían respuestas, no prontamente,  me metí debajo de las cobijas y al cabo de unos 15 min. Me dormí. 

Desperté, eran las 03;30 a.m sentí un bulto pequeño y delicado en el costado izquierdo de la cama, ¡qué mierda! ¿qué es eso?. Le quité la almohada y me encontré con un adorable Harry dormido. —Es sólo Harry— Pensé. ESPEREN, ¿Qué hace Harry en mi pieza?

—Diablos Harry. Musité. —¿Que diablos haces acá?¿por qué no responde?
acaso no lo desperté. Me acerqué a él y le sacudí. No despierta. Muajajjajaja , Ya sé lo que haré. Me acerqué lentamente y capturé sus labios con los míos. Lo ví, abrió los ojos, pero los volvió a cerrar para tomar más participación en el beso , cada vez se tornaba más y más apasionado. Pero gracias al MALDITO aire nos tuvimos que separar. Harry me miró, más sonrojado que nunca 

—Te quiero.

 Posó sus manos en mi cabello y comenzó a enredar sus dedos en éste, me dio un beso. Me separé y lo miré, su sonrojo aumentó. 

—¿Qué-qué haces e-e-en mi ca-cama. Dije entrecortado por la falta de aire e incluso algo tartamudo
—Te vine a hacer compañía. Dijo él muy sonriente.
—¿Enserio?.
—Tenía frío en mi cuarto y tu habías dejado la ventana semi-abierta supuse que estabas esperándome o llamándome con tus pensamientos así que esperé un poco y por el árbol de entre medio de nuestras casas crucé y entré. Me dijo con carita de perrito abandonado.

—¿Entonces...?
—¿Entonces qué?
—¿Me puedo quedar?, por favor Boo. sadkgjahs me dá alegría escuchar que me diga así