Capítulo 8: Gloria matutina y algo más.

2.1K 95 4
                                    

-Dí mi nombre...

-que sensual

-Que digas mi nombre, perra...

-¿Me dijo perra?

-Si, te dije perra..

-¿Leyó mis pensamientos o-O?

-Leí tus pensamientos Zaynchu. ¿No querías darme duro?

-Si, pues, aún quiero.

-¿En verdad quieres?

-Si quiero.

-Grítamelo.

-No me degradaré tanto sólo por un polvo.

-¿Estás seguro  Malik?...

-Siii..., Jadee bajito, se había puesto a chuparme el cuello.

-¿Completamente seguro?... preguntó, Corrijo suspiró en mi oído, haciendome estremecer por completo.

-SI QUIERO!! MALDITO RUBIO ,QUIERO DARTE TANTO COMO PARA DEJARTE EN SILLA DE RUEDAS... Solté de pronto, no podía con semejante rubio moviendose inquieto sobre mi.

Y con una fuerza desconocida -hermosa y desconocida- me zafé de las esposas y di vuelta al rubio, quedando yo, encima de este con mis brazos aprisionandolo.

Observé sus ojos y lo besé , con desesperación, cerré los ojos. Con una mano le tomé de la nuca y con la otra fuí acariciando cada parte de su cuerpo. bajando lentamente, llegué al pezón, lo presioné y apreté con la yema de mis dedos.

-Ahh!

Escuché aquél agudo gemido.

-Creía que el vulnerable era yo. Dije con obvio sarcasmo.

-Callate, Si igual me tienes ganas negra cachonda.

Me quedé en silencio afirmando lo innegable.

Mi boca fue bajando por su cuello, dejando marcas moradas,  mordí con delicadeza mientras que mi otra mano iba viajando por su espalda desnuda. Llegué al tope de sus diminutos shorts dispuesto a usurpar dentro de estos. Los bajé de golpe, dejando unos calzoncillos descubiertos. Se veían abultados por un amigo aproblemado. Subí de nuevo mis manos, atrapando mis dedos contra su pelo.

Lo tenía muy pegado, -Obviamente, estoy encima de él- nuestros miembros chocaban bruscamente, buscando algo más que el roce. Nuestros labios calzaban perfectamente. De pronto, el duende me da vuelta y ahora mis manos están atadas con cuerdas, saca una lata de crema batida y hace dos espirales, uno en cada pezón y más abajo, a la altura del ombligo, una curva que señalaba un sonrisa. Pasa su lengua por encima de estos, se separa (está sentado como recién) y dibuja una linea recta (con la crema) desde mi ombligo -baja mis calzoncillos- hasta mi pene.

-El camino de la felicidad, negra. Sonrié.

Lamé, bajando. Llega hacia mi pene.

-¿Me harás un or...  No terminé la frase, aprecionó mi hombría contra su boca.

-Ahh...

Masturbaba mi pene, luego lo lamía de arriba a abajo y se lo volvía a meter a la boca.

-Ahh!! Maldito rubioo...

Le daba besitos en la punta e iba abriendo lentamente la boca, metiendo selo por completo, haciendo chocar su naríz contra mi vello pubico. 

-ahh!!

-Zayn.

-ahh!!

-Zayn, tienes una carpa.

-¿Qué... qué carpa?

-Una tienda de campaña.

-ahh!!, Donde?

-Ahí.

-ahh!!.

-Se acabó el juego negra...

-ahh!! No, no te vayas.

-Zayn, abre los ojos.

-Maldito duende

-Zayn, te voy a tirar agua.

-¿ah?, ¿Qué?, Ahhhhh!!, mierdaaa!!!!! Safaa, Me lansaste agua.

-Te lo dije, y, aún tienes la carpa.

-¿Qué car.. ahh, no nada jejeje, ya entendí, mejor baja, yo me iré a dar una ducha para desarmar la carpa... Dije sonriendo, mintras tapaba mi erección.

-¿Estás seguro hermanito?... dijo Safaa con preocupación.

-Sí, ahora baja, yo estaré listo en mmm, no sé 20 minutos.

-Está bien, si tu lo dices, chaito. Salió de la habitación y yo -literalmente- corrí al baño. Abrí la ducha y me metí, mientras el agua fría intentaba hacer bajar la carpa que se había formado en mi entre pierna.

Lo que quieras... (Ziall, Larry) Retomada después de años de desapariciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora