Capítulo 3: En otra parte del comedor (2/2)

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ADVERTENCIAA: Amados /as lectores /as , vengo a informarles que este capítulo puede (tiene) contener escenas de pornografía pre- adolescente homosexual. 

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—Me encantaría que te quedaras...

—Gracias— Me besó los labios, delineados, suaves, cálidos

Me dí la vuelta para seguir durmiendo, cerré los ojos y comencé a concentrarme en mi respiración, sentí un bultito en mi espalda. 

Ninguna estufa hubiera podido entregarme el calor que me entregaba Hazzza, sus brazos sobre mi pecho, y lo digo de una forma muy literal, cuanto calor que sentía, desde los pies hasta la entrepierna y lo peor/mejor es que iba en aumento. Me sentía a morir, quería darme vuelta y sentir toda su piel pero ¡que terror que él pudiera intimidarse o pensar que yo quería dañarle!

Quizás lo mejor era tomarse un tiempo para demostrarle mis verdaderas intenciones, debo hacer que él se sienta seguro conmigo y también que logre abrirse a mi, que se entregue pero porque él lo desea... no quisiera que viviera lo mismo que viví yo. Se me llenaba la mente de preguntas y, de algún modo, una angustia amarga se apoderaba de mi pecho, tantos recuerdos y pensamientos dolorosos, no me dí no cuenta cuando caí dormido.

Así se nos pasó el verano. Luego entramos a la misma escuela y no sé si afortunada o desafortunada-mente, quedamos en el mismo grado. Le dijimos adiós al año y nuestra confianza crecía.
Pasaba en su casa o él en la mía, caminábamos de ida y de vuelta a la escuela, todas la noches se escabullía a mi habitación, jamás lo descubrieron. Lo que respecta a nuestra "relación";nos seguíamos viendo, a veces entrabamos a la escuela de la mano, algunos nos miraban pero no decían nada y nos besábamos después de la escuela; en el parque, en su habitación, a veces en la mía y de a poco se fue soltando, se volvió más cariños, comenzaba con un Te quiero y al final del día decía que me amaba, aunque con mucho pudor. Fue llenando mi alma lentamente, me ayudó a recuperar la valentía y el autoestima que había perdido después de "eso" , nadie lograría comprender el apego que le tenía a Harry, simplemente me llenaba la vida, era mi todo; como una droga, de esas en las que no puedes salir más y cada vez que la dejas el cuerpo te pide más, más lo besos, más presencia, más palabras, más risas más más más, ¿más qué?

Sí lo admito, me enamoré de mi mejor amigo y él de mí, yo sabía que si. Estuvimos 3 años así, hasta que llegó un día llorando a mi casa - era un día soleado- 

<<Cuando los días son bellos, el destino se aburre y le gusta jugarnos bromas, bromas de mierda>>

—Hazzzita ¿Qué pasó? ¿por qué lloras?— dije muy preocupado, instintivamente corrí a abrazar le, él no paraba de llorar. Lo mantuve apretado a mi pecho, intentando amortiguar su aflicción. Intentaba calmarlo, protegerle, protegerlo de él y de sus propios demonios. Aspiré su aroma, una mezcla entre zanahorias, navidad, esperanzas, amor, hoyuelos, no lo sé, una mezcla de muchas cosas maravillosas.. Él me abrazó y lloró, lloró un mar silencioso que inundó toda mi habitación. Dejó mi sweter todo empapado, pero no me importó, lo seguí abrazando y así estuvimos como dos horas. Lo miré y me encontré con su cabello ruloso aplastado, más abajo sus hermosos ojos -esmeralda con delicados toques azulosos- hinchados y algunas pequeñas lágrimas queriéndose formar ahí, su pequeño cuerpo temblaba, tenía miedo, lo seguí mirando y lo abracé. Me aferré más, como si mi vida dependiera de ello. Me miró :

—Lou...— Me miraba casi con vergüenza —Me tengo que ir de Holmes Chapel, Mi padre— se le quebró la voz  —Mi padre lleva años abusando de mí, mi madre lo descubrió, en verdad ¡yo se lo dije! no aguantaba más, ya no aguanto más— Explotó en llanto y yo... una parte de mí era un odio indescriptible y la otra parte era dolor, cómo alguien podría dañar a esta criatura tan hermosa —Nos vamos mañana en la noche, pidió traslado a Bradford. Perdóname Boo, perdóname, ¡estoy manchado, no merezco que me ames!— Comenzó a llorar de nuevo pero quien lloraba con más dolor era Yo. Me sentía vacío, en el aire. Me estaban arrebatando lo que más amaba en este mundo, habían estado haciéndole daño a la persona que más amo y yo ni siquiera lo había notado, ¡ahora comprendo porqué le costaba tanto! y ahora no podía hacer nada para evitar que le apartaran de mi lado. 

Lo que quieras... (Ziall, Larry) Retomada después de años de desapariciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora