Lo que quieras... (Ziall, Larry) Retomada después de años de desaparición

Capítulo 11: Nombres.

—No, pero... pero..

—Nada de peros, joven.

Y antes de que Zayn pudiera formular alguna queja en su cabeza, Christine prosiguió...
Buenas Tardes alumnos, mi nombre, como ya saben, es Christine Richards. Espero hoy tengamos una buena clase y ahora quiero que calienten 15 minutos sus músculos, al terminar se formaran de a dos y le darán 10 vueltas a la cancha de fútbol.
Los alumnos hicieron estiramientos para lograr el cometido de calentar músculos y no dañarse ninguno y luego comenzaron a formar los pares. 
Niall se encontraba en una encrucijada, no podía hacer mucho la profesora ya había hablado y con ése carácter no era muy conveniente desafiarla. Se quedó ahí parado, pensando en la inmortalidad del cangrejo y en qué hacer, hasta que sintió un cálido aliento chocar contra su cuello.

—¿Qué hay rubio de mis pesadillas?

—Aaahh!! ¿Qué diablos?. Dijo Niall o mejor dicho, gritó.

—¿Finges demencia ahora, o te llegó el alzheimer?

Niall se quedó en silencio con la mirada perdida en el suelo sin ninguna intención de contestar, obviamente esta era una situación real-mente incomoda para él. Se dio la vuelta  para quedar cara a cara con el usurpador de infancias. Se miraron en silencio, con una una intensidad extraña; Niall algo sonrojado y Zayn con ésa forma tan peculiar que tiene de mirar.

— Vamos duende, hay que trabajar

—Eres un idiota... 

—Y ¿tu no?

—Tu idiotez supera límites, a demás hay una línea bastante clara entre la idiotez y la maldad...

—¿Me odias pequeño rubio?

Niall se dio media vuelta en silencio y se largó a correr las 10 vueltas, dejando a Zayn solo.

 No era que el pequeño duende estuviera enojado o le odiara es sólo que se tomaba estas cosas muy apecho y terminaba haciéndose mucho daño, estaba dolido.

 Zayn le observó alejarse y cuando hubo una distancia prudente, comenzó a correr tras él. Lo alcanzó y corrió a su lado acariciando el silencio. El llegar corrieron la vueltas, iban ya en la novena cuando Niall tropieza con una hormiga cabezona, ¡paff! al suelo. Caería de cara, pero en un movimiento rápido, se agarró de la camiseta de Zayn, cayendo así, los dos juntos, uno encima del otro.

 — Serás idiota,¿de nuevo encima de mi? ¿no te basta con hacerme terminar en enfermería y con robarme el primer beso?

— Primer beso...

Niall titubeante y lamentándose por haber dicho eso y ahora por estás poniéndose rojo, empujó con fuerza al moreno y se levantó para seguir  avanzando. Zayn sin dejar tregua, lo tomó de la mano y lo atrajo hacia él y poder estar de frente,

El morocho, lo miró intensamente a los ojos, hasta que su mirada dejó de ser tan implacable y le dijo con voz suave:

—No quiero tener más problemas contigo, ni siquiera sé tu nombre y no me gusta como van las cosas. Me arrepiento honestamente por haber sido tan puto contigo. Tengo hermanas y no me gustaría que se encontraran con un idiota como yo en su camino.

Niall sin saber que decir y aún atónito por la respuesta, buscó bondad en su corazón y decidió lo mejor:

—Está bien supongo... Sabes, no es que estuviera enojado o algo por el estilo, es que soy malditamente sensible y bueno, esto me llegó por sorpresa. 

—Lo siento ¿si? no soy muy bueno en estas cosas ¿sabes? *Sonríe*

—*Se sonroja* no importa

—¿Ahora si... podrías decirme tu nombre?

—Claro... Mi nombre es Niall Horan *le extiende el brazo*

—*toma de su brazo lo arrastra hacia sí y lo abraza, mientras le habla al oído* Hola Niall, ya sabes quien soy, pero de igual forma, soy Zayn Malik. 

—Para tu caballo vaquero, yo no soy una persona fácil, a demás, me molesta que invadas mi espacio personal. Acepto tu disculpa de todo corazón pero no te pases de la raya, si eres así de atosigan te todo el tiempo entonces no podremos ser amigos...

—WOW! nunca me habían tratado de esta forma

—Entonces ve acostumbrándote, yo me amo y no dejaré que me presiones, lo siento pero soy así. 

Luego de mencionar aquellas últimas palabras siguió su rumbo por la calle, estaba seguro de que su madre se sentiría orgullosa de él si le hubiera visto actuar así de valiente, aunque por dentro aún se admiraba de haber tomado el coraje para encarar a Zayn.

Se sentía como el puto amo.