Capítulo 12: Esto es guerra.

721 61 7
                                    

El Sol se asoma por el horizonte, los rayos penetraban sin piedad a travéz de la ventana. Se encontraba acostabo sobre su lecho una mata de rulos morenos, piernas largas y blancas, delgado y de tez clara, con los ojos cerrados y un millón de pestañas desparramadas -Harry- .

— Vamos hijo, ¡Levántate! es un nuevo día.

Su madre Anne, siempre tan radiante, le gritaba desde el piso de abajo para que éste despertara, flojo como siempre hizo oídos sordos a las exclamaciones de su madre, se dio la media vuelta, colocó una almohada sobre su cabeza y se dispuso a seguir durmiendo.

Anne, sigilosa como un gato, subió las escaleras, avanzó por el pasillo, se paró frente a la puerta blanca, giró la perrilo y se adentró en aquél desastrozo cuchitril que su hijo solía llamar habitación. Aunque la misericordia se pasó un segundo por su mente al ver a su hijo, su único hijo, recordó que la responsabilidad debe ser mayor, así que poso frente él y lo removió un poco para que este despertara.

—Vamos Harry, debes ir al colegio, levántate, esta es mi última advertencia.

—Mhhh.

Con sueño se levantó, se dirigió al armario, sacó unos pantalones negros entubados, una camiseta negra de ramones, zapatillas converse blancas, un benie negro y un sweater negro con estapado blanco <<Teenage runway>>. Se fue a la ducha; Lavó su cabello, jabonó su cuerpo, se enjuagó y salió, envolvió una toalla al rededor  

Lo que quieras... (Ziall, Larry) Retomada después de años de desapariciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora