Bellum © [Spectrum 3]

C13 |Leah y Lucas|

*Leah.

Hubo un momento en Spectrum en que Aer me dijo que yo había aprendido a ocultar lo que siento para él, y es cierto, pero el hecho de que ahora sean más fuertes y que yo esté más débil le ha hecho poder volver a leer lo que siento, cosa que Chris también siente.

Cierro los ojos, quiero olvidar y dejarme llevar por un largo rato, aunque ya ni siquiera los momentos de paz dejan de ser una horrible tortura.

A la mañana siguiente, es Kai quien me despierta. Se sienta a mi lado y me dedica una sonrisa dulce y tranquila que me hace tener un buen despertar.

-¿Dónde está?

Kai pierde su sonrisa y desvía la mirada para no tener que enfrentarse directamente a mí.

-Han decidido hacer todo por su cuenta. Mientras sirven de distracción, los agentes no se percatarán en el cielo y no nos verán.

Me levanto impulsada por la rabia. Kai no merece que pagara mi enfado con él, puesto que conozco lo suficiente a Aer y a Christian como para saber a ciencia cierta de lo que son capaces solo para mantener lejos de las garras de Arthur.

-Mira Kai, no puedes hacerle caso, teníamos un plan.

-Sí, y considero que es un buen plan. Eres lista, no como ese subnormal.

-Ya. Es un buen plan... Pero, ¿me vas a obligar a volver ahora?

-No, Leah -responde Kai con una sonrisa-. Llevaremos a cabo ese plan. He estado pensando.

-¿En qué? -me siento a su lado otorgándole toda mi atención.

-A ver, yo me infiltro entre los agentes como acordamos, Christian irá a por Arthur como me dijo antes de irse y tú... Tú puedes ser el cebo. Dejas que te cojan los agentes cerca del transporte de tu amiga, te llevan al lugar donde trabajan y Arthur lo sabrá, pero para entonces Chris estará allí. Confío en que no te pasará nada porque cada vez que corres peligro se pone como un rinoceronte en celo.

-Y entonces, tú liberas a Addy.

-Sí y no. Chris me dijo esta mañana que irá a por Arthur y luego a por Addy antes de que llegue a su destino. Puede haber errores de calculo por el nuevo giro pero en cuanto sepa que estáis cerca, a partir de ahí, el trabajo es mío y de esa chica.

Suspiro, cargada de miedo por tener que volver a encontrarme cara a cara con Arthur M. Green. Lo nuestro es extraño, soy la única persona a la que teme y él es la única persona a la que temo, es un quit procuo. Probablemente, lo más seguro, es que en cuanto me vea me vuele la cabeza o, tal vez, me use para que Christian vaya hacia él. Su padre sabe perfectamente que la única manera de abatir la voluntad de Christian es haciéndome daño y la mejor manera es matándome ante sus ojos... Y los de Aer.

Es un plan arriesgado, pero por ahora, el único que tenemos.

*Lucas.

A veces, desde que me convirtieron en un híbrido de humano y ouránio, me sorprendo a mí mismo al conocer la intensidad con la que siento todo. Ahora mismo, quiero mucho y odio aún más, todo desde que volví a nacer como un nuevo Lucas; los sentimientos se intensifican, al igual que el dolor y la rabia.

En la celda donde me habían encerrado los fénix por orden de Seraphine junto con Kane, Axx y Brett. La tensión entre nosotros podría cortarse con un cuchillo poco afilado.

Lin y Elle, la madre de Leah se encuentran en otra celda. Celdas que ni siquiera yo soy capaz de derrumbar, y todo porque lo único más fuerte que un mega-humano es un fénix. Seraphine debió pensar que no hacía falta que nos vigilaran, puesto que no podríamos escapar de ellas.

Las miradas recriminatorias de Kane y Axx me enfurecen cada vez más, mi cuerpo arde, pero no por mi condición ya que, supongo, la celda anulaba mis habilidades.

-Si tenéis algo que decir, decidlo -digo, con voz ronca.

Kane mantiene su boca sellada, pero Axx, que últimamente es una mezcla de rabia e impulsos como yo y Leah, no se priva del placer de recriminarme:

-Todo esto es culpa tuya. Tú no eres el que manda, Lucas.

-Ya... Pero es mi mejor amiga quien está en la puta tierra.

-¿Te olvidas de Aer? Te recuerdo que es mi mejor amigo y el hermano de Lin. Yo también quiero recuperar a Aer y a Leah, pero debemos hacerlo con cabeza, ¿crees que después de lo que pasó en La tierra los humanos que sobrevivieron no han encontrado una forma de acabar contigo o con Christian? Si bajas, lo primero que harán será matarte, imbécil.

Me levanto como una exhalación, enfadado y molesto con quien se suponía que era mi amigo.

-¿Me has llamado imbécil? -No voy a negar que me sienta mal, que duele que un amigo le hable de esa manera a otro.

-Sí, y te llamaría mil cosas más.

Sin poderlo evitar me abalanzo sobre Axx y lo golpeo hasta que su nariz comienza a sangrar, él no se queda atrás, me devuelve cada golpe con fuerza mientras Brett y Kane nos intentan separar entre reprimendas y fuerza. Hacen mal, somos dos seres no humanos, fuertes y cabreados el uno con el otro.

Axx estampa mi cabeza contra los fríos y duros barrotes de un extraño metal desconocido para mí. De mi ceja derecha sale sangre sin parar, y la herida no se cura, lo que confirma mis sospechas de que la celda anula mis habilidades.

Un codazo limpio en la boca hace que se tambalee hacia atrás y caiga sobre Kane, que lo sujeta contra sí por la cintura pata evitar que se abalanzase sobre mí nuevamente.

-¡Basta! -dice Brett, interponiéndose entre Axx y yo-, sois amigos. Los amigos dicen cosas que duelen y el otro lo perdona y listo. No sois los únicos que lo pasáis mal. Todos tenemos a alguien que apreciamos en La tierra, Chris se convirtió en mi amigo y es sobrino de Kane, luego están Leah, Aer y Addy... Lo único que conseguiremos si nos cabreamos entre nosotros será convertirnos en enemigos.

Axx se aparta de Kane con la cara ensangrentada, al igual que yo, él se apoyó en un extremo de la celda y yo en otro, separados por una distancia corta pero la suficiente como para no llegar a las manos otra vez. Mi primo tiene razón, aunque, siento que todos son mis enemigos. Supongo que ese sentimiento se debe al miedo que siento a perder a Lee... Sentí lo mismo cuando mi hermana murió, cuando vi como Aer se moría, cuando no pude evitar que Arthur me convirtiera en algo que yo no quería ser.

Lin y Elle nos miran desde la celda de enfrente con decepción en el rostro.

Tal vez, sentirse como una mierda es algo muy normal cuando crees que solo tú tienes la razón y los demás no creen lo mismo.

-Lo siento, Axx -digo al fin.

-Yo también. -Responde al cabo de varios segundos, sorprendiéndome porque creí que no sentiría lo mismo.